Los contaminantes emergentes se derivan de una gran cantidad de sustancias de uso corriente como geles y champús, maquillajes, residuos de medicamentos o aditivos de gasolina.
Los contaminantes emergentes son un amplio conjunto de sustancias que están presentes en el ambiente y son producto de actividades humanas. Su origen es muy diverso: industrial, agrícola o generados por la actividad diaria en nuestros domicilios, como puede ser el aseo personal. Se trata de contaminantes que se derivan de una gran cantidad de sustancias como maquillajes, residuos de medicamentos, champús, aditivos de gasolina, etc.
La preocupación por la presencia ambiental de estos contaminantes emergentes es creciente, ya que todas estas sustancias, en cantidades inferiores a una parte por millón, provocan daño al medio ambiente o a la salud de las personas. Esta es la razón por la que muchos grupos de investigación están estudiando sobre este tipo de sustancias, algunas de las cuales se van incorporando a las normativas.
Ahora, el Ministerio de Economía y Competitividad ha aprobado financiar con 211.750 euros el proyecto de investigación “Tratamientos combinados para la degradación y eliminación de contaminantes emergentes en aguas (TRACE)”, del Instituto Universitario del Agua y Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante (IUACA).
Enmarcado en el Programa Nacional de Investigación y dirigido por el catedrático Daniel Prats Rico, el proyecto, de tres años de duración, tiene por objeto investigar sobre reducción de contaminantes emergentes en estaciones depuradoras de aguas residuales por medio de distintos tratamientos.
El trabajo de investigación va a incluir sustancias que ya están recogidas en normativas anteriores junto a otras nuevas que no figuran en las normativas actuales. La Directiva 2013/39/UE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre sustancias prioritarias en el ámbito de la política de aguas, actualiza la lista de sustancias de este tipo. Los resultados que se obtengan de la investigación del IUACA servirán para dar un paso adelante, ya que la mayor parte de estas sustancias no están recogidas en la normativa. Pero como se conocen los efectos que provocan, cabe la posibilidad de que se vayan incorporando a la directiva; y para cuando esto ocurra, “hay que saber cómo o qué tratamiento usar para su depuración”, indica Joaquín Melgarejo, director del IUACA.