La Comunidad de Madrid acogió la semana pasada la primera reunión de trabajo del proyecto APSE, en el que el que organismos y empresas de cuatro países europeos investigan nuevos materiales para producir pavimentos asfálticos más ecológicos.
El encuentro tuvo lugar en el Centro Tecnológico de Acciona Infraestructuras, coordinador del proyecto. El objetivo es fabricar asfalto a partir de aceites vegetales usados y residuos de la construcción.
El proyecto APSE (Asphalt Pavements for a Sustainable Environement), financiado con fondos europeos dentro del Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico (FP7), está orientado al desarrollo y construcción de un modelo de carretera más sostenible, basado en la reducción del uso de materias primas vírgenes y el empleo de materiales alternativos medioambientalmente más eficientes con los que construir pavimentos asfálticos más ecológicos.
En él participan diez organizaciones de cuatro países (España, Reino Unido, Bélgica y Polonia), y su objetivo es sustituir el tradicional betún del asfalto por aceites vegetales y subproductos de la producción de bioetanol, y reemplazar los áridos por residuos de la construcción y demolición y pavimentos reciclados.
Diseño y aplicación práctica
El proyecto cuenta con un presupuesto de casi cuatro millones de euros y un plazo de ejecución de 42 meses. En esta primera fase que acaba de comenzar se diseñarán los distintos materiales y se realizarán ensayos acelerados, para posteriormente construir dos tramos de prueba, uno en España, concretamente en la Comunidad de Madrid, y otro en Polonia.
Este proyecto se suma a las diversas iniciativas que ha venido desarrollando la Comunidad de Madrid estos últimos años en materia de I+D para desarrollar nuevos materiales de construcción y asfaltos más ecológicos, resistentes y seguros, que ya se han implantado con éxito en las carreteras de la región.
Entre las ventajas de estos nuevos materiales cabe destacar que contribuyen a preservar el medio ambiente, reducen los costes de mantenimiento de las carreteras porque alargan su vida útil y disminuyen el consumo energético durante el proceso de fabricación.