El centro tecnológico aragonés presenta los resultados de su investigación sobre el reciclaje de mascarillas y sus diferentes materiales para fabricar nuevos objetos.
El uso de mascarillas y guantes se ha disparado con la pandemia convirtiéndose en un importante problema medioambiental, si tenemos en cuenta que una mascarilla puede tardar hasta 400 años en descomponerse. En este contexto, el Instituto Tecnológico de Aragón Itainnova, adscrito al Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, presentó ayer los resultados de una investigación sobre el reciclaje de las mascarillas FFP2 para tratar de disminuir la contaminación que, en estos tiempos de pandemia, se está generando como consecuencia del uso masivo de estos elementos de protección frente al virus. Según los resultados de este trabajo, a partir del material que componen las mascarillas, se pueden producir otros objetos de uso cotidiano como juguetes, macetas o piezas de automoción.
Cristina Crespo, responsable del equipo de investigadores de Itainnova que ha trabajado en este proyecto, explicó que “las mascarillas quirúrgicas o las FFP2 están hechas de materiales plásticos formando filtros que impiden que las partículas pequeñas y los virus lleguen a nuestro sistema respiratorio. ¿Cómo funcionan? El pequeño tamaño de los poros y el tratamiento electrostático que llevan impiden el paso de las partículas como si de un colador se tratara”. Crespo añadió que “la principal diferencia entre las mascarillas quirúrgicas y las FFP2 están en la protección que nos proporcionan relacionada con el número de capas del que están hechas y del modo en el que se ajustan a nuestra cara”.
Pero, una vez usadas, ¿qué hacemos con las mascarillas? La norma general es que se desechen en el cubo de la basura junto con la fracción resto, es decir, la que no se recicla. De ahí irán a plantas incineradoras o se eliminarán en vertederos. Muchas otras, por desgracia, se abandonan en cualquier sitio y terminan directamente en nuestros ríos, mares o montes. Pero si las mascarillas están compuestas de materiales plásticos ¿por qué no se reciclan como otros? “Este proceso es el que se ha estudiado desde Itainnova”, añadió Crespo.
Varios tipos de plástico
El reciclaje de material plástico consiste principalmente en procesos de limpieza, separación y clasificación, trituración, fundido y de nuevo triturado. “En el caso de las mascarillas, el reciclado puede resultar algo más complicado por el hecho de la desinfección”, explicó Cristina Crespo. “Además, hay que tener en cuenta que las mascarillas están formadas por más de un tipo de plástico. Las capas que forman los filtros están basadas principalmente en polipropileno (PP), material que podemos encontrar en piezas como las fundas de las propias mascarillas, las pinzas de la ropa o en pequeñas piezas de nuestros coches, entre otros productos. Otro de los materiales que forman las mascarillas es el politileno (PE), que en nuestra vida diaria lo podemos encontrar en las bolsas o en los botes de nuestros geles. En menor cantidad también está el polietileneterfatalato (PET), que es el material de las botellas de agua”, aclaró la experta de Itainnova.
En el proceso presentado ayer, se evita la etapa de separación y clasificación. “En Itainnova hemos querido estudiar la opción de obtener una mezcla de materiales reciclados, obtenidos a partir de las mascarillas -dijo Crespo-. Se han usado las mascarillas utilizadas por los trabajadores, se han desinfectado mediante rociado con alcohol y con calor. Posteriormente, y tras la eliminación de las gomas y el metal de ajuste, se ha procedido al triturado conjunto sin separar ninguno de los distintos tipos de plástico. Una vez disponemos del material, en formato tipo escamas, se ha procesado de la misma manera que se procesan otros plásticos, mediante extrusión y posterior inyección en molde. El resultado final han sido unas piezas con geometría definida”. Estas se pueden usar para fabricar pequeños objetos de uso común.
Finalmente, el material obtenido se ha caracterizado para conocer las propiedades de la mezcla y se ha visto que son comparables a las que se pueda obtener con otros plásticos de polipropileno y polietileno.
Una forma eficaz de reciclar estos residuos
La consejera de Ciencia del Gobierno de Aragón, Maru Díaz, destacó que “el reciclaje de mascarillas es logísticamente complicado, porque el coronavirus puede sobrevivir hasta tres días en materias plásticas, no hay puntos de recolección pública adecuados, se necesitan cantidades muy grandes y la confección de las mascarillas con tres diferentes materiales hace que el problema sea aún peor”. Y añadió que Itainnova “parece haber encontrado una manera eficaz de reciclar esos residuos, permitiendo su reutilización para fabricar pequeños objetos, como sujeciones de mascarillas, piezas de juguetes o incluso piezas para automoción”.