Para complementar la investigación, los investigadores del centro tecnológico aragonés han propuesto una solución para la recogida de estos residuos a través de contenedores en farmacias.
La gestión de la enorme cantidad de nuevos residuos generados por la pandemia, en forma de mascarillas, es un reto que, en la actualidad, sigue sin abordarse. No existen opciones implantadas para poder obtener un aprovechamiento, y la eliminación en el vertedero o incineradora es la opción generalizada. El objetivo del proyecto Wasamask es transformar productos sanitarios de un solo uso ya desechados en productos con una vida más larga, incluso no perecederos, como pueden ser peines, macetas o juguetes.
El Instituto Tecnológico de Aragón Itainnova firmó un acuerdo con la empresa norirlandesa Denroy y con la Universidad del Ulster, con el fin de colaborar en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y conocimientos relacionados con los polímeros, su reciclaje y valorización. Como resultado de esta colaboración, se ha conseguido la validación a escala industrial del concepto de reciclaje de mascarillas desarrollado en el proyecto Wasamask, a partir del cual ha sido posible la fabricación de peines.
También se ha validado la recuperación de los residuos industriales generados por Denroy en el proceso de fabricación de mascarillas Denpro FFP3, obteniéndose en este caso cepillos de pelo.
El pasado 5 de abril se presentó públicamente la validación de este proyecto, en la que, junto a los investigadores de Itainnova estuvo presente Alberto Lario, coordinador de Investigación y Tecnología de Denroy, quien afirmó que “la apuesta por el uso de materiales reciclados en productos de alto valor añadido es clave para reducir la huella de carbono y hacer un uso más sostenible de las materias primas”.
Para completar este estudio, el grupo de Diseño y Desarrollo de Materiales de Itainnova y el Grupo de Decisión Multicriterio (GDMZ) de la Universidad de Zaragoza (Unizar), han propuesto una solución para la recogida de este residuo como paso previo a su reciclaje.
Contenedores en las farmacias
Del estudio teórico realizado se ha concluido que la opción más adecuada es la recogida de mascarillas mediante la instalación de contenedores en las farmacias de Zaragoza, ya que es la opción más favorable desde el punto de vista económico y medioambiental, además de recibir un amplio apoyo por parte de la población encuestada. Esta recogida supondría la recuperación anual de unas 274 toneladas de material, que podría valorarse en un ahorro en costes de producción de nuevos productos de 436.000 euros. Además, se evitaría la emisión de 318 toneladas equivalentes de CO2, procedentes de la no reutilización del material de las mascarillas.
En la presentación, el investigador de Itainnova Pablo González explicó que “una parte importante de la circularidad es la recuperación de los residuos”. Se ha tomado como ejemplo la ciudad de Zaragoza, por ser una población de tamaño medio en cuanto a habitantes y con suficiente extensión como para ser representativa de otras. Se han planteado tres alternativas para la recogida de mascarillas mediante la instalación de contenedores en diferentes puntos: en las calles, en las farmacias o en centros públicos, como centros de salud, hospitales, centros educativos… Para la toma de decisión de la mejor solución, se han tenido en cuenta tres criterios, que son los que marca la directiva europea de contratación pública: económico, medioambiental y social.
La metodología de resolución se basa en la aplicación del Proceso Analítico Jerárquico, en el que “los aspectos sociales considerados en el modelo valoran tanto las preferencias del ciudadano por las alternativas propuestas, como la importancia de cada uno de los criterios en la decisión final. Para ello se realizó una encuesta a una parte de la población de Aragón. Para la valoración de los aspectos económicos y medioambientales se tuvieron en cuenta los costes asociados a la recogida y las emisiones equivalentes de CO2”, según explica el profesor de la Universidad de Zaragoza Alberto Turón. “Se trata de contar con el criterio de los futuros usuarios del servicio de recogida a la hora de decidir sobre la mejor alternativa, además de los criterios económicos y medioambientales”.
El pasado mes de junio de 2021, la investigadora de Itainnova Cristina Crespo recibió la Medalla al Mérito Civil, concedida por la Casa Real, en una audiencia con motivo del séptimo aniversario de la proclamación de Felipe VI. Ese ha sido el máximo reconocimiento a la labor del equipo que lidera en el Instituto Tecnológico de Aragón.