Alodia Pérez

Amigos de la Tierra
Responsable de recursos naturales y residuos

A finales de año, una serie de entidades sociales, entre las que se encuentra Amigos de la Tierra, viajaron hasta Italia con representantes municipales, políticos y técnicos de 16 municipios para conocer diferentes experiencias de gestión de residuos.

Una comitiva de Entidades y municipios españoles viajó a Italia a conocer sus avances en la estrategia de Residuo Cero
Representantes de entidades sociales y municipios españoles conocieron de primera mano la gestión de residuos en algunas regiones de Italia. Foto: Amigos de la Tierra

Entre los municipios asistentes había grandes ciudades, como Madrid, Barcelona, Zaragoza, A Coruña y Valencia, y municipios medianos y pequeños, como Alcalá de Henares, San Fernando de Henares, O Grove o Torres de la Alameda. Todos viajamos con la intención de conocer en directo la aplicación del famoso Residuo Cero. ¿Existiría en la realidad este mito, objetivo de cualquier municipio responsable?

La visita se realizó en la región del Véneto, concretamente en Treviso, y en la Lombardía, en la ciudad de Milán.

Recogida en zona rural o semi-rural: el caso de Treviso

Treviso cuenta con más de 500.00 habitantes, con municipios muy diversos: pueblos con centro histórico, zonas de edificios en altura y otras de casas unifamiliares dispersas. Sin embargo, se han encontrado soluciones adaptadas a cada circunstancia y obtenido unos resultados homogéneos.

El sistema se ha basado en tres pilares: Información, acción y consecuencias.

  • Información: las vecinas y vecinos conocen al detalle cómo funciona la gestión de sus residuos, cuánto cuesta, qué se hace con cada fracción…
  • Acción: es clara, recogida separada Puerta a Puerta en contenedores o bolsas, y
  • Consecuencias: no solo son ambientales, sino también económicas. La tasa de residuos es equitativa, en relación a los residuos generados.

El modelo de recogida Puerta a Puerta es flexible. Se realiza en contenedores de 120 litros, en cubos más pequeños, o en bolsas en las casas con menor espacio. Cuanto más pequeño es el sistema de recogida, más frecuente la misma. Y viceversa. Además, para complementar esta recogida puerta a puerta, existen sistemas de emergencia temporales que se van moviendo por la región.

La tarifa que paga la ciudadanía en Treviso cumple la premisa de “quien contamina paga”. Tiene una parte fija, que cubre infraestructuras, servicios y acciones de educación ambiental, y se calcula en función de las personas que componen las familias o los metros cuadrados si se trata de un comercio o negocio, y una parte variable, que depende de la cantidad de la fracción “resto” que se tire (calculado mediante un chip adherido a los contendedores y bolsas, que el camión que recoge y pesa puede leer). Esta tarifa se puede reducir hasta en un 30% si se realiza compostaje doméstico. También existe una tarifa adicional para las familias que usan pañales para bebes o ancianos.

Con este modelo, Treviso ha conseguido implantar una tarifa media por familia menor que la media italiana, siendo sin embargo la región con porcentajes más elevados de reciclaje. La cifra alcanzada en 2015 es de un 85% de residuos reciclados, lo que deja un escaso 15% a tratar mediante vertido o incineración. La media italiana es de un 42% de reciclaje, aun así superior a la cifra española, que no supera el 30%. La zona de Treviso está estudiando ahora la implantación de un sistema de depósito para envases de bebidas para reducir el abandono de envases e incrementar su recogida selectiva.

En relación con la percepción por parte de la ciudadanía, las encuestas de satisfacción reflejan que más de un 95% de la población se encuentra satisfecha con el modelo implantado.

Se trata de un ejemplo muy inspirador para muchos de los municipios españoles, con circunstancias parecidas a la región de Treviso, pero con porcentajes muy inferiores con respecto al reciclaje alcanzado, y con serios problemas de tratamiento de residuos ya que es necesario eliminarlos en vertedero o incineración.

A modo de resumen, los tres puntos principales que han conseguido alcanzar estos resultados tan buenos han sido:

  • Recogida Puerta a Puerta de todos los flujos, con especial interés de la materia orgánica. Flexibilidad y adaptación de los sistemas de recogida a las circunstancias de cada zona.
  • Modelo no anónimo. Cada vecino o vecina es responsable de sus residuos y de su correcta separación. Contenedores y cubos unifamiliares, o bolsas transparentes.
  • Pago por generación. Tarifas equivalentes a la generación de residuos.

Llama la atención que el coste de gestión de residuos de esta región sea inferior a la media italiana. Pero hay que tener en cuenta que Italia adaptó sus vertederos hace una década a la Directiva de vertederos, con lo que el coste de los mismos se incrementó, hasta establecer un precio disuasorio que incluía el coste medioambiental de los vertederos. La media de la tasa de vertidos en Italia ronda los 150 €/tonelada, mientras en España hay zonas con una tasa de 20 € por tonelada vertida. Es imprescindible que nuestro país establezca una tasa justa y disuasoria al vertido, teniendo en cuenta que con la situación actual ya se han recibido dos demandas europeas por la situación de los vertederos españoles.

Una comitiva de Entidades y municipios españoles viajó a Italia a conocer sus avances en la estrategia de Residuo Cero
En Milán la recogida de materia orgánica se realiza en contenedores de 120 litros o en cubos unifamiliares. Foto: Amigos de la Tierra

Y una ciudad grande, ¿puede implantar el Residuo Cero?

El modelo Treviso, como decíamos, es un buen ejemplo para municipios pequeños y medianos. ¿Y las ciudades grandes? ¿Pueden aspirar al Residuo Cero? Pues para obtener una respuesta, visitamos Milán. La ciudad más grande europea con mayores porcentajes de reciclaje. Rondan el 55-60%. Comparado con el 35% de Barcelona y el 28% de Madrid, puede ser interesante.

Milán es una ciudad con 1,4 millones de habitantes, y una densidad de más de 7.000 personas por kilómetro cuadrado. El 80% de sus habitantes viven en edificios en altura. La apuesta de esta ciudad se ha centrado en la recogida de la fracción orgánica de los residuos municipales (FORM). Hasta 2012 se recogía únicamente a grandes generadores, alcanzando el 35%. Desde 2013 se introdujo la recogida de la FORM a las familias, y con ello se alcanzó un 50% de reciclaje. Se han establecido zonas de transferencia de la materia orgánica cada 5-10 km, y finalmente, la materia termina en una planta de compostaje y biometanización, situada a 70 km de la ciudad.

La recogida de la materia orgánica (y del resto de residuos) se realiza en contenedores de 120 litros que se reparten a las comunidades o en cubos unifamiliares. Las bolsas donde se depositan deben ser biodegradables, pero en Italia son las que se ofrecen de forma habitual en los comercios, ya que está prohibido otro tipo de bolsas. En los pisos en altura es necesaria la existencia de un responsable de la sacada de los cubos (con los materiales adecuados). Sería similar al trabajo realizado en los barrios de Madrid, donde es necesario que una persona contratada saque los cubos a la calle, pero con mayor especialización, ya que también se encarga de que la separación sea correcta.

La fracción orgánica se recoge dos veces a la semana en las casas, y entre 4 y 6 veces en hostelería y grandes generadores. Esos mismos días se recoge también en bolsas separadas otras fracciones como los envases ligeros, vidrio y papel y cartón. También se recoge en bolsas transparentes los residuos resto. Solo se ven contenedores y bolsas en la calle dos días a la semana y con un horario estricto.

En este caso, con la puesta en marcha de la separación selectiva de la fracción orgánica de los residuos se incrementaron 15 puntos las tasas de reciclaje. Más tarde, se introdujo la necesidad de usar bolsas transparentes para la fracción resto, y se incrementó 5 puntos más la tasa de reciclaje.

En la actualidad se está estudiando la posibilidad de introducir el pago por generación para seguir en el aumento de las tasas de reciclaje, ya que la legislación italiana tiene marcado un objetivo del 65% para 2020.

Es necesario remarcar que los servicios municipales avisan si un contenedor no tiene los materiales adecuados, las primeras veces con una pegatina, y a continuación dejando el contenedor sin recoger. Tienen un equipo de inspectores, que además de comprobar que la separación es correcta, también hablan e informan a las vecinas y vecinos de las comunidades para resolver dudas y evitar errores de separación.

Conclusiones

La impresión tras estas visitas es que el cambio necesario no es tan marcado como podría parecer a priori, y sin embargo, los resultados obtenidos sí marcarían una gran diferencia con nuestra situación actual, tanto a nivel ambiental de nuestro entorno, como de aprovechamiento de recursos naturales.

Se ha puesto en evidencia que son los entes locales los que tienen la llave para iniciar estos cambios, y en su mano está el comenzar el camino hacia el Residuo Cero. Pero también es imprescindible el apoyo normativo en esta trayectoria. En Italia hay varios mandatos legislativos imprescindibles: la elevada tasa nacional al vertido, la obligatoriedad de la región de Lombardía de separar la fracción orgánica de los residuos y la prohibición de dar bolsas no biodegradables en los comercios.

Por tanto, instamos a los municipios a replicar y adaptar a sus circunstancias los diferentes modelos de Residuo Cero existentes en Europa, y a las Comunidades Autónomas y el Estado a legislar y planificar para favorecer el incremento de las tasas de reciclaje. Porque es necesario incrementar el escaso 30% español, hasta como poco un 50% en 2020, y según vamos visitando experiencias, vemos que el cambio es rápido, y que únicamente hace falta responsabilidad y ponerse en marcha.

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *