Un informe de FCC y The Economist destaca la necesidad de aumentar las inversiones en servicios e infraestructuras urbanas para cumplir con las expectativas y necesidades de la ciudadanía. El agua, la gestión de residuos, el transporte y las TIC son las principales preocupaciones de los encuestados.
La compañía española FCC y la prestigiosa publicación internacional The Economist, a través de su sección Economist Intelligence Unit (EIU), han llevado a cabo un estudio en el que se analizan las tendencias, desafíos y soluciones de las infraestructuras urbanas en los próximos años. Para la elaboración del informe se ha contado con la participación de 400 expertos, responsables políticos y ejecutivos en políticas urbanas de todo el mundo.
Entre las conclusiones del informe destaca la necesidad de una mayor inversión en servicios e infraestructuras urbanas durante los próximos cinco años si se quiere seguir ofreciendo unos niveles servicios satisfactorios. En concreto, el 75% de los participantes en la encuesta sostiene que las infraestructuras urbanas actuales son las adecuadas, pero el 68% cree que será necesario realizar inversiones en los próximos cinco años.
En el capítulo de prioridades, los ejecutivos empresariales abogan por dar más importancia al transporte y las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), y los responsables políticos, por su parte, muestran una mayor preocupación por los servicios menos visibles como el agua o la gestión de residuos.
Sin embargo, ambos grupos coinciden en que la responsabilidad de realizar mejoras recae sobre los dirigentes municipales –una afirmación que el 65% de los encuestados comparte–, y subrayan la necesidad de que estos deben centrarse en mantener y mejorar las infraestructuras ya existentes antes de abordar nuevos proyectos.
Problemas y dificultades
El informe identifica algunos de los principales problemas como la falta de voluntad política, la falta de preparación entre los funcionarios y una mediocre eficacia gubernamental. Si bien habría que hablar más de autocrítica, ya que las opiniones más duras corresponden a los encuestados identificados como responsables públicos.
Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan las ciudades hoy en día se centra en encontrar soluciones prácticas y económicamente viables.
En cuanto a las dificultades a las que se enfrentan los dirigentes municipales, destacan la falta de fondos (que también se mostró entre los principales problemas), sobre todo en Europa Occidental. En América Latina, por ejemplo, un 54% de los encuestados apuesta por una mayor transparencia del gasto público como factor clave para la mejora de los servicios y las infraestructuras, un 10% por encima de la media mundial.
En opinión de Juan Béjar, vicepresidente y consejero delegado de FCC, “uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan las ciudades hoy en día se centra en encontrar soluciones prácticas y económicamente viables”. Béjar añade que “los dirigentes municipales y los proveedores de servicios deben cumplir con las expectativas y necesidades de los ciudadanos. Un desafío que pone de manifiesto este estudio”.
Colaboración público-privada
La relación y la colaboración entre lo público y lo privado constituyen otra conclusión destacable del informe. El 82% de los encuestados mantiene que los gobiernos deberían trabajar más con el sector privado para mejorar las infraestructuras y los servicios urbanos.
Aunque los dirigentes municipales reciben críticas por unas infraestructuras mediocres, resulta evidente que no pueden mejorar las condiciones sin trabajar en colaboración con los proveedores de servicios y los propios ciudadanos.
Esta colaboración se considera crucial a la hora de ofrecer soluciones más innovadoras y rentables, tanto para las ciudades como para sus habitantes, y en la que deben jugar también un papel preponderante los ciudadanos. El informe identifica también entre los principales aspectos a cambiar el consumo de agua, la energía y el transporte. Para todos ellos consideran esencial mejorar el acceso a la información.
Brian Gardner, editor del informe y editor-jefe de Economist Intelligence Unit, concluye al respecto que “aunque los dirigentes municipales reciben críticas por unas infraestructuras mediocres, resulta evidente que no pueden mejorar las condiciones sin trabajar en colaboración con los proveedores de servicios y los propios ciudadanos”.
Además de esta colaboración público-privada, el informe habla de la necesidad de una planificación a largo plazo si las autoridades municipales quieren garantizar un legado positivo y duradero para sus ciudades y sus habitantes.