El sector de la recuperación de residuos advierte que es imposible mantener la competitividad con la «desmesurada» subida de los costes de la electricidad.
Ante la reciente subida de los costes de la energía eléctrica, la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), que representa a la industria del reciclaje de bienes al final de su vida útil en España, ha puesto en conocimiento del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y del de Economía y Competitividad las graves consecuencias que las recientes subidas en los costes de la energía eléctrica están teniendo para el sector y el posible riesgo manifiesto de cierre de instalaciones y pérdida de puestos de trabajo.
De este modo, la Orden IET/1491/2013, publicada el pasado 1 de agosto y por la que se revisaban los peajes de acceso de energía eléctrica y determinadas tarifas y primas en las instalaciones de régimen especial, ha supuesto según la FER un incremento que en muchos casos supera el 100% en el coste energético, amenazando la viabilidad de todo el sector del reciclado.
La industria del reciclado ya venía siendo especialmente golpeada por la actual coyuntura económica, pues el sector cuenta principalmente con dos flujos de material para reciclar: los residuos de fabricación de bienes, que en la actual situación de crisis económica han disminuido drásticamente, y los bienes fuera de uso, que han seguido el mismo camino. En consecuencia, en los últimos 3 años la actividad del sector ha caído en torno al 50%.
La patronal del reciclaje denuncia en un comunicado que a esta situación crítica se une ahora “el desmesurado y repentino aumento de los costes de la energía eléctrica”, que en el caso de las plantas de fragmentación supone “el segundo mayor coste, casi igualado con la mano de obra”.
Consecuencias para el sector
La caída en la producción y consumo de bienes derivada de la crisis económica ya había golpeado duramente al sector del reciclaje. Ahora, la subida de los costes de la energía eléctrica puede suponer la puntilla para muchas empresas.
El pasado 22 de octubre la FER se reunió con Rodrigo Madrazo, subdirector general de Análisis Sectorial de la Dirección General de Política Económica del Ministerio de Economía y Competitividad, para exponer los efectos que el actual coste de la tarifa eléctrica tiene para el sector del reciclaje, así como transmitirle algunas propuestas que podrían paliar esta situación.
Tanto en esta reunión como en los numerosos escritos enviados a ambos ministerios se han plasmado las principales consecuencias que puede acarrear esta situación:
- Pérdida de competitividad. El diferencial en el coste energético entre España y otros países vecinos hace que las industrias recicladoras de esos países puedan aprovisionarse en España en mejores condiciones que las propias empresas españolas. Esto está produciendo una fuga de residuos no tratados a otros países de la Unión Europea e incluso a países asiáticos o africanos.
- Destrucción de puestos de trabajo. La incapacidad de acceder a material para reciclar tanto en el mercado español como en los mercados internacionales va a llevar indefectiblemente a las empresas a cerrar, con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo.
- Deslocalización de las plantas de tratamiento. De mantenerse la actual situación, la diferencia de costes de proceso en comparación con países vecinos y pertenecientes al Mercado Único como Francia o Portugal llevará en muchos casos a que las nuevas inversiones en plantas de tratamiento se lleven a cabo fuera de España.
- Incumplimiento de los objetivos de reciclado. El sector del reciclaje ha de cumplir con las directivas europeas, leyes nacionales, planes de residuos y los porcentajes de reciclaje en ellos planteados. Al hacerse inviable el proceso de tratamiento las tasas de reciclaje disminuirían, lo que supondrá sanciones para el Estado Español.
- Mayor dependencia de materias primas extranjeras. El principal proveedor de muchas materias primas, sobre todo metálicas, es el sector del reciclaje. Así, el 80% del acero que se produce en España se hace a partir de chatarra de acero reciclada, en su mayor parte de origen nacional. En el caso del plomo es el 100%, y en el aluminio o el cobre en torno al 50%. Si desaparece la industria recicladora española todas esas materias primas habrán de ser importadas, con lo que nuestra industria será totalmente dependiente de mercados exteriores con el riesgo que ello conlleva.
Para tratar de frenar el posible colapso del sector reciclador se ha solicitado que sean tomadas varias medidas, entre ellas:
- Moderar el precio de la energía eléctrica, de manera que el mismo sea razonable para la supervivencia del tejido productivo español.
- Modificar con urgencia la actual Orden IET/1491/2013, de forma que se abaraten las tarifas de acceso.