La directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje defendió ante la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Senado la colaboración entre fabricantes de productos, gestores de residuos y Administración pública para alcanzar los objetivos europeos de reciclado.
La Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Senado trató la semana pasada la ponencia de estudio sobre evaluación de los diversos aspectos en materia de residuos y el análisis de los objetivos cumplidos según la estrategia marcada por la Unión Europea. En dicha comisión intervino Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), quien hizo hincapié en los principales aspectos a mejorar si se pretende que España alcance los objetivos planteados.
García-Franco puso de manifiesto la importancia de conocer y reconocer el trabajo del sector tradicional del reciclaje de metales –los “chatarreros”–, así como la actualización y modernización que esta industria ha experimentado pese a la imagen que aún tiene la sociedad, más propia de lo que fue el sector hace 40 años. Y destacó que, si bien hoy en día sigue estando mayoritariamente compuesto por pymes y empresas familiares, la industria del reciclaje está muy profesionalizada, muy regulada y realiza una labor imprescindible para la sociedad moderna.
La directora general de FER describió la transformación experimentada por el sector y la continua apuesta por el desarrollo, el avance y la innovación mediante la inversión de gran cantidad de recursos económicos, tecnológicos y de personal.
Frente a ello, sin embargo, el sector se enfrenta a diversas amenazas muy significativas y en ocasiones no suficientemente combatidas por la administración.
Operadores ilegales
Así, García-Franco planteó la necesidad de luchar de forma decidida contra el intrusismo y la competencia desleal de los llamados “operadores ilegales”. Exigió que se clausurasen las instalaciones ilegales, ya que es a ellas a las que van a parar los flujos paralelos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).
Alicia García-Franco puntualizó que los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) creados por los fabricantes deben centrarse en financiar adecuadamente el tratamiento de los residuos con valor residual negativo
Recordó también las iniciativas que FER ha propuesto para que la tradicional red capilar de recogida, en ocasiones formada por recolectores primarios en riesgo de exclusión, puedan incorporarse al sistema económico de forma legal.
Pero también defendió la profesionalidad y capacidad de gestión del sector de los gestores de residuos españoles, que en muchos casos están a la cabeza de Europa en cuanto a instalaciones y capacidad de tratamiento. García-Franco negó tajantemente los bulos malintencionados que en ocasiones hablan del gestor como alguien “incontrolable”. Muy al contrario, defendió que son profesionales que saben cumplir con los objetivos que marca la legislación y al tiempo lograr mantener una actividad económica creadora de empleo.
La responsable de FER puntualizó que para que los gestores puedan llevar a cabo satisfactoriamente su labor de reciclaje, los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) creados por los fabricantes deben centrarse en financiar adecuadamente el tratamiento de los residuos con valor residual negativo.
Se puso igualmente de manifiesto que en casos como los vehículos fuera de uso (VFU), baterías de automoción o envases, los objetivos de reciclaje se alcanzan gracias a la constante colaboración entre todas las partes y agentes afectados. Así, cuando esa colaboración no existe el funcionamiento del sistema es defectuoso y mucho más caro para el ciudadano.
De esta forma, Alicia García-Franco abogó por la colaboración entre fabricantes, gestores de residuos y Administración, estableciendo una dinámica constructiva de respeto mutuo en el que nadie usurpe el papel de nadie y se lograsen así los objetivos planteados en materia de reciclaje.