Aproximadamente la mitad de las inversiones previstas se reservarán para financiar y construir la red de instalaciones para el tratamiento de los biorresiduos de origen doméstico.
La Xunta de Galicia destinará en los presupuestos del próximo año un total de 55,4 millones de euros a financiar medidas, líneas de subvención e inversiones directas con el objetivo común de mejorar la gestión y el tratamiento de los residuos en el conjunto de Galicia.
Así lo avanzó esta semana en Cervo (Lugo) la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, quien visitó los terrenos donde se está construyendo la nueva planta de biorresiduos, cuyas obras avanzan a buen ritmo con la previsión de que estén finalizadas a finales de este mismo año.
Precisamente la responsable autonómica subrayó que de esta partida presupuestaria, 27 millones de euros se reservarán a construir y finalizar la red de instalaciones para el tratamiento de los biorresiduos, es decir, la materia orgánica incluida en la basura urbana.
En este sentido, Ángeles Vázquez subrayó que el presupuesto que destinará su departamento al ámbito de los residuos reafirma su apuesta por la Galicia verde y el apoyo del Gobierno autonómico a los ayuntamientos como administraciones responsables de gestionar los residuos domésticos y cumplir con los objetivos y directrices de la UE en esta materia.
En concreto, adelantó que en 2023 la Xunta volverá a convocar subvenciones dirigidas a las entidades locales con el fin de ayudarlas a mejorar y converger hacia los objetivos europeos en este ámbito. Así, pondrá a su disposición cerca de 19 millones de euros en diferentes líneas de incentivos para la construcción de puntos limpios, iniciativas de compostaje de la fracción orgánica o el tratamiento de otro tipo de residuos, como pueden ser textiles, aceites, etc.
Además, también cifró en 9,7 millones de euros la inversión prevista el próximo año para la ejecución de obras de mejora de la eficiencia energética en el complejo medioambiental de Sogama en Cerceda y consolidar su posición de referencia en Europa.
A estas cuantías previstas en los presupuestos del próximo año, tal y como subrayó la conselleira, habrá que sumar otro hito importante en esta materia: la aprobación de la nueva Ley del clima gallega en 2023. Así, Ángeles Vázquez explicó que esta norma será un instrumento clave para avanzar en el cumplimiento de los objetivos más ambiciosos fijados por la UE en el ámbito de la lucha contra lo cambio climático, un camino en el que la gestión eficiente de los residuos será fundamental.
La segunda planta de biorresiduos
Las instalaciones de Cervo, cuya construcción fue adjudicada por cerca de 6,4 millones de euros, ocupan una parcela de casi 8.000 m2 y darán servicio a un total de 15 ayuntamientos —14 de la Mariña lucense, además de Mañón—, que aglutinan a más de 69.300 habitantes.
La de Cervo será la segunda planta de biorresiduos que entre en funcionamiento de las cuatro previstas por la Xunta, ya que la previsión es que las obras estén finalizadas este mismo año. La primera, ya operativa, es la de Cerceda. y las otras dos son las proyectadas en Verín (Ourense) y Vilanova de Arousa (Pontevedra).
El objetivo es que las cuatro instalaciones de compostaje que integran la Red de infraestructuras autonómicas para la valorización de la materia orgánica y las 13 plantas de transferencia en las que se apoyarán —con una inversión de 43 millones de euros del Gobierno gallego— reciban un impulso definitivo en 2023 y vayan entrando en servicio de forma paulatina.