Una investigación refleja la falta de planes de adaptación y mitigación del cambio climático en 200 ciudades europeas. El estudio considera inalcanzable el objetivo de reducción de emisiones del 80% para 2050.
Un estudio internacional y multidisciplinar publicado en Climate Change Letters –sección adicional de la revista Climate Change con artículos de investigación en torno al cambio climático– afirma que los objetivos de reducción de emisiones están aún muy lejos. La investigación aborda la manera en que están afrontando las ciudades europeas el desafío del cambio climático, y considera inalcanzable el objetivo de reducción del 80% para 2050.
Las ciudades del norte de Europa son las que están a la vanguardia para afrontar los desafíos del cambio climático, con planes de adaptación e importantes objetivos de reducción de emisiones. La más ambiciosa es la ciudad de Groningen (Países Bajos), cuyo objetivo es alcanzar “cero emisiones” incrementando significativamente el uso de energías renovables y mediante la plantación de árboles que actúen como sumideros de CO2. Además, espera alcanzar esta meta en 2025.
Las zonas urbanas tienen un papel clave en la consecución de los objetivos de la Unión Europea en la mitigación y adaptación al cambio climático
“Hemos analizado las herramientas desarrolladas e implementada por 200 ciudades de tamaño medio-grande en 11 países de Europa: Austria, Bélgica, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos, Reino Unido y España”, explican investigadores del Consejo Nacional de Investigación italiano (CNR). “las zonas urbanas tienen un papel clave en la consecución de los objetivos de la Unión Europea en la mitigación y adaptación al cambio climático, en particular el objetivo fijado por el ‘Energy Roadmap 2050’, que entre otras cosas incluye la reducción del 80% de las emisiones europeas de gases de efecto invernadero para 2050 para evitar el aumento de la temperatura promedio global de 2 °C, respecto a los niveles preindustriales”.
La mayoría de las ciudades están lejos de afrontar los nuevos desafíos planteados por el cambio climático. “El 35% no ha procedido a elaborar planes de adaptación ni de mitigación, y apenas un cuarto se ha dotado de ambos; el 72% sólo tiene el plan de mitigación, y ninguno cuenta solo con un plan de adaptación. El camino común comienza en breve con la adopción de medidas de reducción de emisiones, tales como la mejora de la eficiencia energética y la producción de energía procedente de fuentes renovables, para luego pasar a la adaptación a los riesgos futuros, por ejemplo a través de la construcción de diques para proteger las ciudades de un aumento del nivel del mar”, dice Monica Salvia, del Instituto de metodología para el análisis ambiental del CNR (Imaa-CNR).
Grandes diferencias entre países
Sin embargo, la situación es extremadamente variable. A la cabeza está el Reino Unido: el 93% de las 30 ciudades analizadas cuentan con un plan de mitigación, frente al 80% de las holandeses y alemanas, el 56% en Italia y el 43% de las ciudades francesas. También en lo que respecta a la adaptación se encuentra en primer lugar Gran Bretaña, donde 24 ciudades cuentan con un plan, frente a 13 de las 40 ciudades alemanas estudiadas, y solo 5 de 26 en España. Mientras que en Italia, de las 32 ciudades analizadas, únicamente Padua tiene un plan de adaptación al cambio climático.
Este es el primer estudio que no se basa en criterios de autoevaluación, sino en políticas y planificaciones realmente adoptados
Este es el primer estudio que no se basa en criterios de autoevaluación, sino en políticas y planificaciones realmente adoptados. “Si las medidas previstas a nivel urbano fueran adoptadas por todos los sistemas nacionales se obtendría para el año 2050 una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 37% en 11 países y del 27% en el conjunto de la UE. Sin embargo, estaremos siempre lejos de lograr el 80% previsto” apunta Filomena Pietrapertosa, coautora del estudio del Imaa-CNR .
La mayor parte de los planes de mitigación se basa en las opciones tecnológicas y las acciones de la industria para aumentar la eficiencia energética, como un mejor aislamiento de los edificios, en lugar de cambios a escala urbana. Sin embargo, la adaptación se está afrontando a menudo en términos más sistémicos pero menos concretos, en términos de estudios científicos o cooperación, y sobre todo a escala regional, en Italia y Francia, o a nivel nacional, en Holanda.
Los datos surgen de una investigación sobre el cambio climático financiada por el programa multidisciplinar europeo COST TU0902, y realizada en colaboración por investigadores de nueve países europeos, coordinados por Diana Reckien, de la Universidad de Columbia.