El Vaticano publicó ayer Laudato Si, una encíclica en la que el Papa expone los principales problemas ambientales a nivel mundial, exige una fuerte acción sobre el cambio climático, en pro de los defensores de la eliminación gradual de las sustancias tóxicas y abraza el residuo cero.
De acuerdo con la encíclica, «la Tierra, nuestro hogar, parece convertirse cada vez más en un enorme vertedero de basura», que «está íntimamente ligado a la cultura de los residuos, que afecta tanto a los seres humanos dejaron atrás cuando las cosas rápidamente se convierten en basura».
El Papa argumenta que los ecosistemas naturales logran crear circuitos cerrados de nutrientes y energía, mientras que los seres humanos «aún no han tenido éxito en la adopción de un patrón circular de producción que garantiza los recursos para todos y para las generaciones futuras». El Pontícife aboga, por lo tanto, a limitar el uso de fuentes de energía no renovables y llama a pautas de consumo moderado y aumento de la reutilización y el reciclaje.
La encíclica Laudato Si también presta especial atención al papel de los tóxicos y el riesgo para la salud humana y para el medio ambiente y al cambio climático.
En ambos casos, el Papa pone de relieve cómo las comunidades más vulnerables tienden a ser los más afectados por los problemas ambientales, siendo, por lo tanto, no sólo un problema ambiental, sino también una justicia social.
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