El origen de estas basuras marinas se encuentra en actividades humanas terrestres y marinas, que llegan al golfo de Bizkaia a través de ríos, sistemas de alcantarillado, actividades pesqueras, vertidos ilegales, etc.
El proyecto LIFE LEMA prevé recoger hasta 100 toneladas de basuras marinas en aguas del Golfo de Bizkaia en Gipuzkoa y Lapurdi (País Vasco francés) en los próximos tres años. Dotado con una inversión de 1,2 millones de euros procedentes de la UE, el proyecto está liderado por la Diputación Foral de Gipuzkoa, bajo la coordinación técnica de AZTI.
El objetivo es establecer un servicio inteligente para la recogida y gestión de las basuras marinas flotantes, con el fin de orientar a las autoridades locales en la adopción de un enfoque sostenible para mantener la costa limpia y reducir los impactos negativos generados en el medio ambiente y para la sociedad. El proyecto cuenta también con la participación de Lyonnaise des Eaux, Ville de Biarritz, Syndicat mixte Kosta Garbia y Surfrider Foundation Europe.
Para llevar a cabo los trabajos establecidos en el mismo se utilizarán dos barcos pesqueros y tres buques de limpieza para la recogida en el mar. Entra las acciones que se desarrollarán está prevista la colocación de una barrera flotante para la acumulación de residuos en la desembocadura del río Deba y la instalación de dos videocámaras en la desembocadura del Adour y el Oria para monitorizar las arribadas de basura. Las tareas se desarrollarán hasta el 1 de septiembre de 2019.
Un problema global con consecuencias locales
Pese a la regulación y el aumento de control por parte de los organismos internacionales, los residuos siguen llegando al mar. De hecho, se calcula que entre 400 y 4.000 kg de basura por kilómetro lineal llegan a parar a las costas europeas cada año.
Estos residuos incluyen todo tipo de material sólido, persistente, fabricado o procesado que es descartado, desechado o abandonado directa o indirectamente en un ambiente marino o costero. El problema que presenta la basura marina se asemeja al de un iceberg: sólo el 15% de lo que entra en el mar llega a las playas. Mientras, otro 15% se queda flotando en la superficie y un 70% atrapado en el fondo.
El problema que presenta la basura marina se asemeja al de un iceberg: sólo el 15% de lo que entra en el mar llega a las playas
La densidad de basuras marinas en el golfo de Bizkaia es considerable, sobre todo si se compara con otras regiones europeas. Como ejemplo de esta realidad se puede citar que en el invierno de 2011 se registraron más de 19.500 objetos de basuras flotantes, de los que el 3% estaba asociado al sector pesquero.
Una de las posibles razones de esta mayor acumulación en las costa vasca puede ser que los vientos del norte dispersan los objetos flotantes (incluyendo las basuras) hacia la costa. Pero también es cierto que el origen de gran parte de estas basuras marinas se encuentra en actividades humanas terrestres y marinas, que llegan al golfo de Bizkaia a través de ríos, sistemas de alcantarillado, depuración de aguas, actividades pesqueras, tráfico marítimo, vertidos ilegales o empujados por el viento. Entre los objetos podemos encontrar materiales plásticos, madera, metales, vidrio, goma, telas, papel, etc.
Su existencia causa un gran número de impactos en el medio ambiente, la economía local, la seguridad y salud pública y representa una de las numerosas presiones que afectan al medio marino.
Este proyecto pretende proporcionar soluciones a las autoridades locales con el fin de dar respuesta a la Directiva Marco 2008/56/CE de la Estrategia Marina Europea, que tiene por objeto alcanzar el buen estado medioambiental de todas las aguas marinas antes de que finalice el año 2020.
Uno de los criterios utilizados para detectar este buen estado son precisamente las basuras. Las recomendaciones provendrán de los grupos de trabajo previstos en el proyecto y se establecerá una red europea sobre basuras marinas que fomentará la interlocución con expertos europeos y con iniciativas similares.