Según un nuevo informe de Zero Waste Europe, los sistemas de reutilización son el camino a seguir en varios sectores de envases, incluidos los de comida y bebida para llevar.

Piden liberar el potencial de la reutilización de envases

En consonancia con el recientemente acordado Reglamento de la UE sobre envases y residuos de envases (PPWR), un nuevo informe de la consultora Eunomia Research & Consulting para Zero Waste Europe y titulado «Facilitating the Adoption of Takeaway Reuse Systems» (Facilitar la adopción de sistemas de reutilización en la comida para llevar), muestra la línea de actuación que deben seguir las autoridades públicas para maximizar los beneficios medioambientales y económicos de los sistemas de reutilización.

El cambio a estos sistemas puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 54% en Aarhus (Dinamarca) y un 34% en Berlín (Alemania), según el informe, basado en estudios de caso de estas dos ciudades.

El documento explora los costes asociados a seis formatos de sistemas de envases de un solo uso y reutilizables de comida para llevar, e investiga los instrumentos políticos susceptibles de impulsar mayores niveles de adopción en el mercado de sistemas de reutilización de envases.

Mientras que la diferencia en el coste neto varía según el formato, los pequeños comercios de ciudades como Aarhus y Berlín podrían ahorrar costes en los vasos de bebidas para llevar y en los formatos para servicios de comida, mientras que las grandes empresas podrían enfrentarse a costes más elevados debido a las economías de escala que favorecen a los envases de un solo uso.

El informe revela que, aunque los envases de un solo uso parezcan más baratos, hay costes ocultos, como los relacionados con la limpieza de la basura, la contaminación que esta genera y el impacto del carbono, que los hacen más caros para comercios y consumidores que un sistema de reutilización. Para igualar las condiciones, habría que tener en cuenta estos costes externos, y las autoridades públicas deberían aplicar medidas fiscales -como gravámenes o impuestos- para crear una competencia leal con sus homólogos de un solo uso.

Además de la intervención fiscal, el informe esboza una serie de medidas complementarias: aunque establecer requisitos mínimos para los sistemas de reutilización o hacer de la reutilización la opción de envasado por defecto en los comercios puede fomentar cambios graduales, se consideran más eficaces medidas más estrictas como fijar objetivos significativos de reutilización o establecer una prohibición total de los envases de un solo uso.

«Nadie puede cuestionar el hecho de que los sistemas de reutilización de envases para llevar son necesarios para hacer frente a nuestra crisis de residuos», afirma Larissa Copello, responsable de Política de Envases y Reutilización de Zero Waste Europe. «Los envases de un solo uso siguen dominando el mercado, mientras que la reutilización se queda rezagada. Es hora de igualar las condiciones mediante la intervención política para liberar todo el potencial de la reutilización».

Andy Grant, director técnico de Eunomia Research & Consulting, autora del informe, explica que «los envases de un solo uso para comida para llevar son actualmente la principal opción para los vendedores debido a su bajo coste y comodidad, con externalidades que no se tienen en cuenta en los costes de la cadena de suministro. Nuestro análisis muestra que, para que los sistemas de reutilización puedan competir contra estas potentes fuerzas del mercado, las autoridades públicas deberían aplicar medidas políticas específicas para nivelar el terreno de juego. Esto creará las condiciones adecuadas para que los sistemas de reutilización prosperen y acaben convirtiéndose en la norma».

Para Fernando Rodríguez-Mata, director general de la Nueva Alianza Europea para la Reutilización, es necesario «reconocer los costes ocultos y externalizados» de los envases de un solo uso. «Después, debemos aplicar adecuadamente el principio de quien contamina paga, haciendo a los productores responsables de asumir los costes totales del final de la vida útil de los envases que comercializan. Este informe es único al arrojar luz sobre los costes asociados tanto a los envases reutilizables como a los desechables para seis de los tipos más comunes de envases de comida para llevar. Los resultados son inequívocos: necesitamos políticas que ofrezcan las condiciones y los incentivos para la transición a sistemas de reutilización bien diseñados, que liberen todo su potencial medioambiental y económico».

Finalmente, Louise Lerche-Gredal, directora gerente de Plastic Change, advierte sobre el «consumo masivo de plástico» y su impacto sobre el medio ambiente y la salud de las personas. «La única forma de mitigar las consecuencias del plástico es reducir su demanda. Cuando pasamos del uso único a la reutilización de nuestros productos, reducimos la necesidad de extraer nuevos recursos del planeta y reducimos las consecuencias negativas del aumento de la producción de plástico», afirma.

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