La compañía está reformulando los artículos que contienen micropartículas de plástico para sustituirlas por alternativas más sostenibles como piedra pómez o bambú.
La cadena de supermercados Lidl ha anunciado que eliminará a lo largo de este año todos los microplásticos de los más de 250 productos de limpieza, detergentes y cosméticos que comercializa actualmente bajo marcas propias.
Los microplásticos son partículas de tamaño inferior a cinco milímetros que habitualmente se utilizan en la industria para fabricar artículos de limpieza o cosmética para, entre otros, lograr una buena absorción de cremas y lociones, mejorar la resistencia al agua, o dar opacidad y con ello apariencia de mayor cremosidad a los jabones.
De la mano de sus proveedores, la compañía está reformulando estos artículos, apostando por alternativas más respetuosas con el medio ambiente como partículas de piedra pómez (perlita) en geles de ducha exfoliante o partículas de bambú (extracto de tallo de Bambusa Arundinacea) en sus jabones exfoliantes para la cara, sin que ello suponga un detrimento de la calidad del producto. Y está identificando sus envases con el sello “Fórmula sin microplásticos” para informar a sus clientes.
Los microplásticos en el medio ambiente
Los microplásticos tienen la particularidad de no ser biodegradables: se descomponen en diminutas partículas, lo que dificulta seriamente su descomposición en el medio ambiente. Según señala un informe de la ONU, estas partículas de plástico son tan pequeñas que no son filtrables por las plantas de tratamiento de residuos. De esta manera, terminan mayoritariamente en el mar, con la posibilidad de ser ingeridas por las especies marinas y, por tanto, de acceder a la cadena alimenticia del ser humano.
En este sentido, un estudio piloto realizado por el Instituto Federal del Medio Ambiente de Austria y la Universidad de Medicina de Viena, a una muestra de personas de distintos países, detectó la presencia de microplásticos en las heces de todos sus participantes. El ciclo de vida de los microplásticos, así como su recorrido e impacto exactos, son motivo de numerosas investigaciones científicas a día de hoy, sin que por el momento se hayan obtenido datos concluyentes.
Envases más sostenibles
Esta iniciativa se enmarca en el objetivo de Lidl de reducir al menos un 20% el uso del plástico y garantizar la reciclabilidad del 100% de sus envases en 2025, en el marco de su estrategia internacional REset Plastic, lanzada en 2017 y basada en cinco pilares: REducir, REdiseñar, REciclar, REcoger y REidear. La compañía trabaja en distintos proyectos para cumplir con estos objetivos.
En este sentido, desde hace tiempo está llevando a cabo un proceso de rediseño de sus envases para hacerlos más sostenibles, reduciendo el uso del plástico, incorporando plástico reciclado, apostando por materiales alternativos y facilitando su reciclabilidad. Tal es el caso por ejemplo de su leche fresca Milbona, cuyas nuevas botellas contienen un 27% menos de plástico y están fabricadas con un 30% de plástico reciclado.
Otros ejemplos son los envases de su gama de pizzas frescas Chef Select o de su detergente líquido Marsella de la marca Formil, cuyo rediseño ha permitido eliminar, 35 y 13 toneladas anuales de plástico, respectivamente, además de su sustitución por plástico reciclado.
Con el objetivo de compartir con sus clientes sus proyectos en favor del medio ambiente, Lidl está identificando con el sello “Envase eco-responsable” todos los envases que ya han sido rediseñados.
Zapatillas ‘recicladas’
Por otro lado, la compañía también apuesta por soluciones innovadoras y sostenibles en el campo de la moda a través de su línea deportiva de marca propia Crivit. Así, a partir del próximo 27 de mayo pondrá a la venta, por segundo año consecutivo, sus zapatillas sostenibles, Ocean Bound, fabricadas con botellas de plástico recogidas en las playas, islas y zonas costeras del océano, logrando que los desechos plásticos vuelvan a la cadena de producción.