El proyecto BIOFERLUDAN ha sido seleccionado por la Comisión Europea para financiar su plan de viabilidad. El objetivo es convertir el digestato generado en el proceso de producción de biogás en fertilizantes líquidos.
La empresa Ludan Renewable Energy España, filial del grupo israelí Ludan, ha sido una de las seleccionadas por la Comisión Europea en el marco del programa Horizonte 2020, para desarrollar el plan de viabilidad sobre su proyecto “BIOFERLUDAN” de valorización de residuos a través de sus plantas de biogás. El objetivo es convertirlos en fertilizantes líquidos, aptos para su uso en instalaciones de riego por goteo y en agricultura de elevado valor añadido.
La idea de proyecto se presentó a la primera convocatoria de instrumento PYME del pasado junio, a la que concurrieron más de 2.600 propuestas de toda Europa, siendo elegidas solo 155 para ser financiadas.
En el trabajo de desarrollo de todo el proyecto, Ludan ha contado con la ayuda del Instituto Tecnológico Metalmecánico (AIMME), encargado de coordinar el proceso, definir los objetivos y detectar la tecnología apropiada para su puesta en marcha.
El proyecto, seleccionado por la Comisión Europea, consiste en la valorización de los subproductos que se generan en las plantas de biogás de la compañía.
Ludan Renewable Energy es una compañía dedicada a la construcción de plantas de biogás que utilizan como materia prima subproductos agroalimentarios. En el proceso de producción del biogás, se genera como subproducto una sustancia denominada digestato que, tratada correctamente, puede ser una materia prima interesante para producir fertilizantes.
El objetivo final del proyecto es darle un valor añadido a este subproducto y comercializarlo entre productores hortofrutícolas, cooperativas agrarias y entre clientes finales a través de los Garden Center.
Según Luis Puchades, director general de Ludan España, “una vez tengamos el plan de viabilidad, la compañía está dispuesta a invertir hasta un millón de euros en la construcción de la infraestructura necesaria para poner en marcha todo el proyecto”.
Puchades reconoce la labor de tutorización que ha desarrollado AIMME, “ya que han coordinado el proceso y nos han ayudado a definir correctamente los objetivos. También nos han asesorado en la detección de la tecnología más apropiada para este proceso”.