El objetivo del Ayuntamiento es ser más exhaustivo en el control ambiental de las emisiones, la calidad de las aguas, los gases renovables, el material bioestabilizado y el compost.
El Ayuntamiento de Madrid aumentará el control sobre las posibles afecciones ambientales asociadas a la gestión de los residuos del Parque Tecnológico de Valdemingómez (PTV) mediante la aprobación de un contrato de servicios para ampliar, complementar y contrastar los controles propios realizados en estas instalaciones, con un objetivo preventivo para el medio ambiente y la población del entorno, según informó ayer la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz.
La Junta de Gobierno dio luz verde a este servicio, con una duración de tres años y un gasto plurianual de 1,7 millones de euros, para lograr una mayor exhaustividad en el control ambiental de gases que afectan a la calidad del aire y al cambio climático, la calidad de las aguas, gases renovables (biogás y biometano), material bioestabilizado y compost.
Con este contrato, se evaluarán contaminantes atmosféricos, ya sea en emisión o inmisión, procedentes de los distintos focos emisores del PTV. Adicionalmente, se va a llevar a cabo un estudio de contribución de fuentes en su entorno para conocer en mayor detalle la contribución relativa de la planta de valorización energética de residuos de las Lomas teniendo en cuenta otras fuentes de emisión de contaminantes atmosféricos.
Para avanzar en la producción de combustibles renovables y en el reciclaje de alta calidad, el contrato prevé el análisis de la composición de biometano y biogás y el muestro y análisis del compost, bioestabilizado, así como de los digestatos procedentes del tratamiento biológico de los residuos.
En relación con el agua, este contrato mejora sus controles de calidad, tanto en las subterráneas, superficiales y tratadas, así como en las de lixiviados, que son aquellos fluidos que se forman por la descomposición de los residuos y por los desechos orgánicos.
Las cenizas generadas en el proceso de incineración (principalmente las cenizas volantes recogidas por lo sistemas de depuración de gases) se analizan para determinar su tratamiento más adecuado. El estudio de estas fuentes de emisiones permitirá, por otro lado, realizar un cálculo anual de los gases de efectos invernadero de la planta para determinar la huella de carbono para el conjunto de sus instalaciones.
Minimizar la afección ambiental en el entorno
Este nuevo contrato se complementa con otros ya en marcha, así como con diversas obras con las que se pretende minimizar los olores. En Valdemingómez convergen más de 4.000 toneladas diarias de residuos para ser tratadas. Ante tal volumen, la identificación y evaluación de las emisiones odoríficas es un esencial. El análisis de las muestran requieren de una cualificación experta en laboratorios acreditados por ENAC (Entidad Nacional de Acreditación). Por ello, el gobierno municipal ha tomado otras acciones no sólo para identificar y evaluar olores, sino también para minimizarlos.
En este sentido, destacan los 8,2 millones aprobados para obras y mantenimiento de los sistemas de desodorización de las plantas de biometanización y tratamiento de biogás del PTV, o los 6,1 millones destinados a mejorar el cerramiento y los equipos de la planta de La Paloma con la instalación de puertas de cierre automáticas y la mejora y ampliación del sistema de filtrado de aire.
En 2023 se registraron 971 quejas por olores, un descenso del 79,7 % respecto a 2018, cuando se formalizaron 4.806 reclamaciones.