El sector madrileño del reciclaje estima en cerca de tres millones de euros las pérdidas para las arcas municipales derivadas de los hurtos del cartón que generan los comercios y que los ciudadanos depositan en los contenedores.
El Ayuntamiento de Madrid pierde alrededor de tres millones de euros anuales por culpa de los hurtos del cartón que generan los comercios y el que depositan los ciudadanos en el contenedor azul para su reciclaje, según desvela una información publicada por el diario Vozpópuli.
Según recoge el periódico digital, si en 2009 se recuperaban en Madrid casi 92.200 toneladas de cartón, en 2014 no se han superado las 36.400. Este dato supone retroceder a niveles del año 2000, cuando en las calles de la capital había unos 4.600 contenedores menos.
Este considerable descenso se debe principalmente a dos razones: la caída del consumo como consecuencia de la crisis y el constante aumento del precio del cartón para reciclar desde 2009. Este segundo factor ha propiciado que muchas familias, golpeadas por el paro y los efectos de la crisis económica, hayan visto en la recogida clandestina del cartón una oportunidad rentable para sobrevivir.
Sin embargo, corresponde al Ayuntamiento por ley recoger el cartón desechado que, a través de las contratas, entrega a las empresas gestoras de residuos. Posteriormente, estas le pagan una cantidad en base al valor económico del cartón recogido.
Menos cartón, menos ingresos
Por tanto, un descenso en el número de toneladas recuperadas se traduce en una merma directa para las arcas del Consistorio. Vozpópuli ofrece datos aportados por Arema –la Asociación para la Recuperación y el Reciclado de Madrid–, que estima en casi tres millones de euros las pérdidas anuales para la ciudad. Desde esta entidad calculan que se estarían robando 33.000 toneladas de las 69.000 que se generan cada año en Madrid.
Algunas ciudades están implantando medidas para evitar este tipo de hurtos, como la instalación de contenedores soterrados o una mayor presión policial
En esta misma línea apuntan los datos del Ayuntamiento madrileño. Si la ciudad ingresaba en 2010 más de 5,4 millones de euros por el cartón recuperado, en 2014 la cifra se ha quedado en 1,8 millones, lo cual supone un descenso de más de 3,6 millones de euros en apenas cuatro años.
No obstante, José Rodríguez Fuertes, jefe del Departamento de Recogida de Residuos del Ayuntamiento, matiza que la caída en la recaudación se debe también “a las fluctuaciones del precio internacional del cartón, que depende fundamentalmente de la producción y necesidades del mercado chino«.
El diario digital recoge también declaraciones de algunos de estos cartoneros irregulares, que destacan la dureza de este trabajo, último recurso al que muchos se han visto abocados para poder dar de comer a sus familias.
Protocolo de actuación policial
Existe un protocolo de actuación en caso de que los agentes de la Policía Municipal encuentren a un individuo sustrayendo el material de los contenedores de recogida selectiva. Lo habitual es tramitar una sanción por una falta por hurto o por daños al mobiliario urbano. Pero la realidad es que estas sanciones no suelen llegar a cobrarse, ya que los amnestados habitualmente se declaran insolventes
No obstante, sus esfuerzos actualmente se limitan sobre todo a controlar las condiciones en que se transporta la mercancía, así como a vigilar que los vehículos y sus conductores tengan todos los permisos en regla.
Pero el problema no queda ahí. En torno a esta actividad giran otros tipos penales más serios como el empleo de menores; la existencia de grupos organizados; irregularidades en materia de extranjería o delitos contra la seguridad laboral.
La solución a estos hurtos no parece fácil, aunque en el artículo se desvelan algunas mediadas que otras ciudades ya están implantando, como la instalación de contenedores soterrados o una mayor presión policial.
El texto concluye que aunque la recogida de cartón permite sobrevivir a muchas familias que se encuentran en una situación económica complicada, el robo masivo por parte de grupos organizados provoca pérdidas para las arcas municipales y afecta a un sector implantado como el del reciclaje, que genera puestos de trabajo regulados y que cumple con las obligaciones fiscales, medioambientales y de seguridad laboral.
El artículo completo puede leerse en el siguiente enlace:
Madrid pierde tres millones al año por el robo del cartón: ¿supervivencia o negocio?
Hay un matiz que desvirtúa la noticia, y genera confusión:
La propia recogida del cartón de los contenedores, como de todos los residuos municipales urbanos, tiene también un coste para el Ayuntamiento, que además es mayor que los ingresos generados por la venta de ese cartón. Así pues, La recogida y venta del cartón de los contenedores, es altamente deficitaria, por lo que esos «robos», representan en realidad un ahorro para el Municipio.
Quizás sea este el motivo por el que el ayuntamiento no se ha perseguido enérgicamente estos actividad delictiva (¿?). Otra cosa es que sea admisible, dejar que estas tareas se lleven a cabo en las condiciones de alto riesgo en que trabajan estos operadores, que se juegan la vida por ganarse la vida a duras penas (mientras el Ayuntamiento ahorra con ellos).
Otro asunto a tratar también es que, si no fuera por estos «recolectores», los contenedores estarían permanentemente rebosados.
La mala gestón de los residuos se deja sentir tan facilmente como dando un paseo por casi cualquier ciudad.
Las playas de Almería son un buen ejemplo de lo que es una mala gestión de recogida de residuos.
La alameda de Osuna en Madrid, además de no tener suficientes iglús para recoger vidrio y papel-cartón (y hay que andar una distancia enorme para poder depositarlos), los recogen tan de tarde en tarde que se rebosan constamentemente. En Majadahonda, donde el Ayuntamiento se ha decantado por la recogida neumática de residuos, el mejor y más avanzado sistema de gestión de residuos, no consiguen animar/informar a los ciudadanos a que utilicen correctamente los medios puestos a su alcance: los iglús para vidrio y cartón, y los buzones para basura y envases; así que lo que encontramos frecuentemente en sus calles son bolsas de basura en torno a ambos iglús y buzones, colchones y otras delicatesen.
Podría seguir contando pecados capitales contra el MA en lo que se refiere a los residuos.
En definitiva, un poco más de interés por el Medio Ambiente y menos quejarse de pérdidas ¿no?
Y recordar una máxima importante… EL MEJOR RESIDUO ES EL QUE NO SE PRODUCE… inlcuido el cartón.