El Consell también pretende que se modifique la ley para la creación de una tarifa específica obligatoria para la materia orgánica.
El Pleno del Consell de Mallorca ha acordado instar al Parlamento balear para que derogue el artículo 19 de la Ley 13/2012 de medidas urgentes para la activación económica en materia de industria y energía, nuevas tecnologías, residuos, aguas, otras actividades y medidas tributarias, que permite la importación de residuos de fuera de las Islas Baleares.
La consejera de Medio Ambiente, Sandra Espeja, insistió en que “es imprescindible cerrar todas las puertas a la importación de residuos para que Mallorca no vuelva a ser mas el vertedero de Europa”, Además, recordó que la importación de residuos contribuye a incrementar la generación de escorias y cenizas”
Por otro lado, el acuerdo del Pleno también incluye la modificación del artículo 24 de la misma ley, para la creación de una tarifa específica de una tarifa específica para la materia orgánica deje de ser una obligatoriedad y sea opcional. En este sentido, la consejera Espeja dejó claro que la intención del Departamento de Medio Ambiente es que la fracción orgánica entre de manera gratuita a la planta de tratamiento.
“la implantación de una tarifa específica sería ahora un factor disuasorio con efectos negativos muy previsibles para la economía de los municipios”, dijo Espeja. Cabe recordar que el nuevo Plan Director Sectorial de Residuos no Peligrosos de Mallorca, que se está redactando desde el Departamento de Medio Ambiente, incluye la implantación en todos los municipios de la isla de la recogida selectiva de la materia orgánica.
La fracción orgánica supone el 40% de la bolsa de basura, por tanto, con su separación se reduce la cantidad de residuos enviados a incinerar, lo que propiciaría, según el Departamento que dirige Espeja, el cierre de las líneas 1 y 2 de la incineradora. Además, la eficiencia de la planta aumentaría, lo que repercutiría en el precio de la tarifa, ya que la materia orgánica se compone principalmente de agua, lo que disminuye el poder calorífico.
La implantación de la recogida de materia orgánica mejoraría también las tasas de recogida selectiva, que según la normativa europea debe alcanzar el 50% en 2020 y el 65% en 2030.