El Consell insular presenta el nuevo Plan Director de Residuos de Mallorca, que contempla el cierre de las líneas 1 y 2 de la incineradora, gracias a la prevención y el reciclaje.
La consejera de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, Catalina Soler, ha presentado esta semana el nuevo Plan Director de Residuos. El texto, que ha sido aprobado en la Comisión de Información General y de cuentas del Consell de Mallorca, tendrá su aprobación inicial en el pleno previsto el próximo 8 de enero, y luego se abrirá un periodo de alegaciones de tres meses.
Soler explicó que el nuevo Plan Director de Residuos de Mallorca, que tendrá una vigencia de cinco años, reúne en un solo texto los residuos urbanos (RSU), voluminosos y residuos de construcción y demolición (RCD).
Entre las principales líneas de actuación, la consejera destacó tres ejes fundamentales: la reducción en la generación de residuos, el aumento de la recogida selectiva y el compromiso de eficiencia técnica y económica en la gestión ambiental, con todas las garantías de control y monitoreo ambiental de las instalaciones y operaciones para la protección de la salud de las personas y el medio ambiente.
El texto revisado, que regirá la gestión de los residuos hasta el año 2020, prevé una reducción del 10% en la generación de residuos y el reciclaje del 50% de los residuos generados en la isla.
Esta es una de las grandes diferencias con los planes anteriores –destacó Soler–, que se redactaron con previsiones de crecimiento en la producción de residuos, una circunstancia que llevó a la construcción de nuevos hornos e instalaciones. Por otro lado, el nuevo plan ha sido redactado conforme a la normativa europea y la ley 22/2011 de residuos.
Más sensibilización y cooperación
Lograr estos objetivos implicará la incorporación y aplicación de nuevas medidas, con un gran impulso a los programas de educación y sensibilización ambiental y con una mejor cooperación con las administraciones y la comunidad empresarial. Asimismo, el nuevo texto mantiene activa colaboración con Ecoembes y Ecovidrio con el fin de seguir aumentando los índices de recogida selectiva de envases.
En este sentido y bajo estas premisas, Soler destacó la posibilidad de adelantar el cierre de los hornos de incineración correspondientes a las líneas 1 y 2, prevista para el año 2025 y que, según la consejera, será posible fijar en 2017.
También ha introducido nuevas medidas para abordar el principio de “quien contamina paga”, con la creación de tarifas específicas (lodos, residuos de origen animal y fracción orgánica) para que se pague por cada residuo en base a su coste. Al mismo tiempo, se incide en las responsabilidades de los productores con nuevas definiciones para los residuos producidos por el sector industrial, comercial y de empresas que en este momento son considerados residuos municipales.
Entre las novedades, cabe mencionar también la liberalización del tratamiento de residuos de materia orgánica o lodos, dando así la posibilidad a las empresas o a las autoridades locales para que puedan gestionar sus propios residuos, con el objetivo de facilitar el reciclaje y el compostaje y abrir nuevas alternativas económicas.
El nuevo texto también fomenta el uso responsable de los residuos y la transparencia en el ámbito de la gestión, facilitando el acceso a la información con la creación de un sitio web sobre residuos, que ya están operativo.
Con respecto a la eficiencia técnica y económica, el plan prevé las siguientes medidas:
- Mayor versatilidad de instalaciones para el tratamiento de diferentes residuos (lodos, residuos orgánicos y de origen animal) con el fin de reducir los costos;
- Tratamiento y valorización del 100% de los residuos de origen animal, que anteriormente se enviaban fuera de la isla.
- La eliminación del horno previsto tratar a este tipo de residuos, que ha significado un ahorro de 6 millones de euros.
- La introducción de los combustibles sólidos recuperados (CSR) para lograr una mayor eficiencia y rentabilidad de las instalaciones de tratamiento.
- Y la incorporación de la minería de vertederos como una fórmula para la valorización económica y medioambiental de estos espacios.