El objetivo de la implantación del sistema de depósito, devolución y retorno es pasar del actual 20% de reciclaje de envases de un solo uso a un 90% en 2026.
El pasado 14 de noviembre se puso en marcha el sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases en Malta, que se convierte así en el primer país mediterráneo en implantar este modelo. El objetivo del SDDR es ayudar al país a aumentar las tasas de reciclaje, pero también a provocar un cambio cultural.
Malta sigue a otros 12 países de la UE que han introducido el SDDR como herramienta para reducir significativamente la basura y aumentar las tasas de recogida y reciclaje de envases de bebidas de un solo uso. El sistema de depósito y devolución estará gestionado por BCRS Malta, el operador privado sin ánimo de lucro autorizado del sistema nacional de devolución de envases de bebidas. La organización fue constituida por asociaciones de productores, importadores y minoristas de envases de bebidas para asumir en su nombre la responsabilidad ampliada del productor. El sistema SDDR desarrollado por la empresa Sensoneo funciona como columna vertebral de todo el sistema, ya que integra a todas las partes interesadas y recopila datos de todas las fuentes de la cadena de procesos.
En la implantación del SDDR en Malta ha influido considerablemente el fuerte turismo del país. Aunque su población es solo de unos 517.000 habitantes, en la temporada de verano los turistas suelen superar a los locales. Esta razón, entre otras, llevó a Malta a implicar al sector de la hostelería y la restauración (HORECA) y a poner en marcha centros públicos de reciclaje.
Como explica Edward Chetcuti, director general de BCRS Malta, «se añade un depósito de 0,10 euros al comprar bebidas en envases de un solo uso dentro del ámbito del SDDR. El sistema abarca las latas de aluminio y acero, y las botellas de vidrio y PET con una capacidad de entre 0,1 y 3 litros. Los productos lácteos, los zumos, el vino y las bebidas alcohólicas que superen el 5% de volumen de alcohol no están incluidos en el sistema».
Los envases de bebidas pueden devolverse y reembolsarse a través de comercios minoristas o en los centros públicos de reciclaje.
Más de la mitad de las 320 máquinas de devolución de envases (MDE) están situadas en tiendas y supermercados. Los vales que se emiten en una tienda o supermercado concreto solo pueden canjearse allí, un sistema habitual en la mayoría de los países que han implantado el SDDR.
Para equilibrar el mercado entre los grandes supermercados que tienen estas máquinas y los pequeños comercios que no disponen de ellas en sus instalaciones, también se coloca un número similar de MDE en los centros de reciclaje públicos para las personas que no quieren necesariamente devolver los envases vacíos a un supermercado. Malta está dividida en unas 65 localidades y en casi todas ellas hay un centro público de reciclaje con MDE. Los vales que se expiden en estos centros pueden canjearse en cualquier punto de venta de bebidas registrado en todo el país.
El papel del sector HORECA en el SDDR
Todos los operadores económicos de Malta están legalmente obligados a participar en el sistema. Debido a la naturaleza del país, el mayor número de operadores económicos no son minoristas, productores y distribuidores, sino el sector de la hostelería y la restauración.
Los operadores económicos de HORECA no están obligados a recoger los envases de bebidas de la gente de la misma manera que los minoristas: en caso de consumo en el local, la responsabilidad del establecimiento es devolver la lata o la botella al operador para reclamar la devolución del depósito. En el caso del servicio para llevar, el depósito se cobra y esta responsabilidad recae en el cliente.
En lo que respecta a los hoteles, aquellos con una producción superior a los 500.000 envases al año cuentan con su propia gestión de residuos para hacer más eficiente la cadena logística.
Introducir un cambio cultural
Aprender nuevas formas de reciclar juntos es el mensaje que acompaña al lanzamiento del SDDR en Malta. Actualmente, el país recicla menos del 20% de los envases de bebidas de un solo uso y el objetivo es alcanzar el 90% en 2026. Edward Chetcuti ve el SDDR no solo como una nueva herramienta para aumentar la tasa de reciclaje, sino también como una forma de cambiar la mentalidad en torno a la conciencia medioambiental. «La región mediterránea no es conocida por ser el lugar más disciplinado del mundo en lo que respecta al cumplimiento de las normas, por lo que el sistema de devolución de depósitos también supone un gran cambio cultural. Estamos orgullosos de ser el primer país mediterráneo en asumir este reto», afirma.