La segunda edición del concurso Mares Circulares persigue, entre otros objetivos, fomentar la investigación científica y la búsqueda y creación de soluciones contra la basura marina.
En el marco de la iniciativa Mares Circulares, cofinanciada por The Coca-Cola Foundation, Asociación Chelonia ha lanzado la segunda edición de los concursos que apuestan por la divulgación científica y el emprendimiento para dar respuesta a la problemática medio ambiental generada por las basuras marinas.
Así, la iniciativa ha presentado dos tipos de concursos según la tipología y finalidad de los proyectos. Por un lado, un certamen en el que se premiará con 5.400 euros a cada uno de los tres mejores proyectos de investigación o estudios científicos que aboguen por la búsqueda y creación de soluciones a la problemática medioambiental generada por los residuos en entornos marinos. Por otro, un premio dotado con 5.000 euros en apoyo a la mejor start-up o proyecto empresarial que trabaje por la solución de una problemática ambiental en materia de economía circular y basura marina simultáneamente.
El objetivo del programa con ambos concursos es impulsar la divulgación científica y las soluciones empresariales para encontrar respuestas y resolver algún aspecto de la problemática ambiental generada por las basuras marinas a través de la economía circular, el emprendimiento, la innovación y la investigación. La iniciativa pretende reconocer los esfuerzos de organizaciones científicas, instituciones y sociedad civil que luchas por reducir el impacto de los residuos sólidos en mares y costas de España y Portugal.
Reintegrar los residuos en la cadena de valor
Los proyectos que se presenten a los dos concursos tendrán que basarse en principios y metodologías propios de la economía circular, pues desde el proyecto Mares Circulares se pretende no solo recoger y gestionar adecuadamente los residuos, sino reintegrarlos en la cadena de valor de Coca-Cola, mostrando así su gran potencial para convertirse en materias primas eficientes y sostenibles.
El jurado que evaluará las candidaturas recibidas de los dos concursos estará compuesto por cinco representantes de universidades o entidades públicas y privadas españolas y portuguesas. Todos ellos cuentan con una reconocida experiencia en las temáticas de los premios y evaluarán la calidad de las propuestas según criterios técnicos, sociales, ambientales y de integración en la economía circular.
Las candidaturas para los estudios científicos pueden presentarse hasta el 30 de septiembre. En cuanto a las start-ups, pueden enviar sus candidaturas hasta el 31 de octubre de 2019, inclusive.
Apuesta por la investigación y el emprendimiento
El proyecto Mares Circulares en su edición 2018 ya puso en marcha, bajo la coordinación de Asociación Chelonia, dos proyectos científicos desarrollados por la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia y la Universidad de Valencia dedicados a evaluar la presencia de microplásticos en la fauna marina del mediterráneo.
Además, también se ha impulsado junto a la Universidad de Cádiz un tercer proyecto que emplea drones como herramientas de monitorización de basura marina en playas y áreas costeras españolas en el proceso de transición circular. Hasta el momento, se han realizado varios vuelos preliminares en playas gaditanas que han permitido cubrir amplias áreas de arenales. A través de esas acciones, los investigadores de la Universidad de Cádiz han comprobado que residuos de tamaños superiores a 10 cm pueden ser inequívocamente detectados, medidos y cuantificados en vuelos programados a 20 metros de altitud.
Respecto a las iniciativas emprendedoras en materia de economía circular, el proyecto PlasticFam fue el ganador de la primera edición del concurso con una solución innovadora que propone usar las praderas de fanerógamas marinas de la Bahía de Cádiz como barrera natural para los macro y microplástico en las costas.
Para lograr este objetivo, el equipo de PlasticFam plantea impulsar la investigación de las basuras costero-marinas, reutilizar los residuos de la costa para tecnologías innovadoras como la impresión 3D, crear un sistema de economía circular que produzca nuevos objetos con fines educativos para la Asociación Biomar y concienciar a la población local de la importancia de la conservación de los sistemas costeros.