Un informe de Changing Markets Foundation revela que, pese a las iniciativas legislativas y a las promesas de las empresas, las grandes firmas de moda están incrementando el uso de materiales basados en combustibles fósiles como el poliéster o el nailon.

La moda rápida aumenta el uso de tejidos sintéticos

Una encuesta realizada por la Changing Markets Foundation entre 50 empresas ha revelado que las grandes marcas de moda están aumentando el uso de textiles sintéticos contaminantes, profundizando en su apuesta por la moda rápida a pesar de la creciente preocupación por su impacto en el medio ambiente.

El informe, publicado en la clausura de la Semana de la Moda de Londres, destaca que las marcas de moda rápida dependen cada vez más de materiales basados en combustibles fósiles, como el poliéster. Estos materiales son baratos, versátiles y fundamentales para la rápida rotación de la ropa en la moda rápida. Sin embargo, estos tejidos desprenden microplásticos nocivos y producen residuos y contaminación masiva.

El informe también advierte de que las iniciativas de la UE para reducir la huella de la moda están resultando contraproducentes, «con planes contra el lavado verde o greenwashing que pretenden etiquetar los tejidos de la moda rápida como más respetuosos con el medio ambiente que el algodón orgánico y una iniciativa contra la contaminación por microplásticos rebajada a la categoría de folleto», asegura la organización en un comunicado.

Alrededor de la mitad (11 de 23) de las marcas de ropa y minoristas internacionales que respondieron a la encuesta de Changing Markets Foundation confirmaron que han aumentado el uso de tejidos basados en combustibles fósiles, principalmente poliéster. Sólo tres declararon haber reducido su uso. Varias rompieron las promesas de reducir los sintéticos hechas en la última encuesta en 2022, y un número creciente se negó a responder.

Los tejidos basados en combustibles fósiles son baratos y versátiles, pero su baja calidad y las tasas de reciclaje casi nulas hacen de la moda rápida una fuente importante de contaminación y residuos microplásticos.

Inditex, a la cabeza

De las empresas que contestaron a la encuesta, el grupo español Inditex reveló que utiliza un mayor volumen de materiales sintéticos que cualquier otra marca. El uso de tejidos fósiles por parte del gigante de la moda rápida aumentó en una quinta parte desde la última encuesta.

Según explica la ONG autora del estudio, es muy probable que marcas como Nike y la empresa líder en moda rápida Shein utilicen más tejidos sintéticos que Inditex, sin embargo, ninguna de las dos proporcionó datos sobre su volumen total. No obstante, Shein declaró tener la ratio más alta de uso de fibras sintéticas frente a fibras naturales, con cuatro quintas partes (81%) de su gran producción de tejido procedente de fuentes fósiles.

La marca de moda británica Boohoo reveló un aumento en su uso de fibras sintéticas, que por el momento constituyen el 68% de sus materiales, lo que supone un incremento del 4%. Recientemente, esta empresa fue obligada por los legisladores a abandonar sus prácticas de greenwashing. Lululemon, marca guiada por “sus principios” y conocida por su promoción de estilos de vida sanos, también fue acusada de ecoblanqueo e ignoró la encuesta de este año, aunque en 2022 su uso de fibras sintéticas era del 67%.

Según Changing Markets Foundation, a pesar de la creciente preocupación pública y científica y de la reacción de las autoridades, las grandes marcas se aferran a los productos sintéticos y toman prestadas tácticas de distracción y retraso de la industria de los combustibles fósiles.

Iniciativas legislativas

En los próximos años entrarán en vigor en todo el mundo más de 30 proyectos legislativos, entre ellos el Tratado de la ONU sobre la Contaminación por Plásticos, previsto para finales de este año. La UE ha prometido mejorar la calidad de la ropa, reducir los residuos y la contaminación, y luchar contra el lavado ecológico y el consumo excesivo. La UE también ha reconocido claramente el papel de los materiales sintéticos en la moda rápida, y el mes pasado presentó una serie de normas sobre productos que podrían cambiar radicalmente el sector.

Pero el tratado mundial podría diluirse, y algunas iniciativas de la UE suscitan críticas. El compromiso de reducir los microplásticos no intencionados en un 30% se redujo, en parte, a un mero folleto, asegura la ONG. Peor aún, un proyecto de ley de la UE contra el «lavado verde» podría utilizar una criticada metodología que actualmente no tiene en cuenta la contaminación por microplásticos y otros problemas medioambientales, lo que daría lugar a resultados «totalmente engañosos». De este modo, las empresas podrían promocionar legalmente artículos de moda rápida como más sostenibles que prendas de algodón o lana orgánicos de alta calidad, una situación que enfurece al sector de las fibras naturales.

Ante la resistencia de la industria de la moda al cambio, los legisladores deben reforzar la normativa para frenar el uso de sintéticos, ha advertido la Fundación Changing Markets.

En palabras de Urska Trunk, directora de la campaña, «la moda se encuentra en una coyuntura crítica, con las grandes marcas redoblando su apuesta por el modelo de moda rápida, inundando el mercado de tejidos desechables y contaminantes. Estas empresas siguen apostando a lo grande por las fibras de plástico, mostrando poca intención de cambiar y recurriendo a tácticas tomadas de la industria de los combustibles fósiles para distraer y retrasar el progreso real. Aunque los reguladores están empezando a actuar, deben permanecer vigilantes. Necesitamos una acción fuerte y decisiva para alejar la moda de su dependencia de los combustibles fósiles y dirigirla hacia la creación de ropa de alta calidad que la gente quiera conservar durante más tiempo».

500.000 toneladas de microplásticos

El ciclo de producción, venta y eliminación de la ropa ha crecido mucho más rápido en las últimas décadas, según un informe de la consultora McKinsey en 2016. El reciclaje es poco frecuente, ya que menos del 1% de todos los residuos textiles se convierten en nuevos artículos, por lo que grandes cantidades de ropa usada se queman o se entierran. Los textiles vierten hasta 500.000 toneladas de microplásticos en los océanos del mundo cada año. Los científicos están encontrando microplásticos de poliéster, nailon y otros materiales en un número creciente de órganos humanos, últimamente incluso en muestras de cerebro, lo que hace temer por la salud.

En respuesta a este nuevo informe, el Dr. Sedat Gündoğdu, experto en contaminación marina, ha declarado lo siguiente que «las fibras sintéticas de los textiles se han convertido en uno de los tipos de microplásticos contaminantes más frecuentes en el medio ambiente y se están identificando en numerosos órganos humanos. Su uso por parte de los fabricantes es tan intensivo y la contaminación tan fuerte que es justo decir que la propia moda se está convirtiendo en un riesgo para el medio ambiente y la salud humana».

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