El próximo mes de julio entra en vigor la prohibición de determinados productos plásticos de un solo uso, entre ellos las pajitas para beber. El Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos ha analizado varias opciones alternativas, tanto reutilizables como desechables.
Las pajitas para beber son uno de los productos de plástico de un solo uso cuya distribución se prohibirá en toda Europa a partir del próximo mes de julio. Así lo establece la Directiva de la UE 2019/904 relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente. En consecuencia, hay que establecer materiales alternativos para la producción de pajitas para beber, así como de otros productos de uso frecuente que hasta ahora se fabricaban predominantemente en plástico.
Como se establece en el Reglamento Marco de la UE para los materiales en contacto con los alimentos (Reglamento (CE) nº 1935/2004), los objetos que entran en contacto directo con los alimentos deben ser seguros. El Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR) ha evaluado la idoneidad de diferentes materiales como son la paja, la silicona, el metal, el papel y el cartón, el trigo duro y el vidrio, para sustituir al plástico en la producción de pajitas para beber.
Así, si se utilizan con frecuencia, las pajitas de silicona, acero inoxidable o vidrio son, en opinión del BfR, una alternativa adecuada a las pajitas de plástico. La silicona es apta como material en contacto con los alimentos. Los metales y las aleaciones (por ejemplo, el acero inoxidable) también son adecuados, siempre que se cumplan las especificaciones de la Resolución del Consejo de Europa relativa a los metales y las aleaciones.
El vidrio también es válido para el contacto con alimentos. Sin embargo, existe el riesgo de que se rompa. Como resultado, los fragmentos de vidrio pueden entrar en la bebida y, en caso de ingestión, pueden producirse lesiones peligrosas. No obstante, existen pajitas fabricadas con vidrio especialmente resistente.
Para los casos de un solo uso, el trigo duro es un material adecuado para las pajitas desde el punto de vista de la salud. Se trataría básicamente de unos fideos o macarrones alargados. Sin embargo, estos pueden descomponerse, sobre todo en las bebidas tibias y calientes, o en un período de tiempo largo, y quedar inservibles. Además, pueden modificar la consistencia y el sabor de la bebida.
Respecto a las pajitas de papel y cartón, solo son útiles si se añaden sustancias que impidan que el papel se ablande. Estos compuestos también se conocen como coadyuvantes de la resistencia a la humedad. Algunos residuos de estos productos, especialmente los cloropropanoles, pueden migrar a los alimentos. Pero si se cumplen ciertas especificaciones de seguridad, no se observan riesgos para la salud con el uso de pajitas de papel y cartón.
Por el momento no hay evaluaciones de riesgo en relación con el uso de pajitas hechas de paja. Sin embargo, el BfR recomienda que no se utilice la paja para este fin en relación con los posibles riesgos para la salud derivados de las bacterias, las micotoxinas u otras sustancias no deseadas.
Independientemente del material, las pajitas que se utilicen más de una vez deben limpiarse a fondo cada vez antes de su uso. Si no se puede garantizar una limpieza profunda, el BfR recomienda que no se utilicen estas pajitas reutilizables por razones de higiene. Además, no deben tener bordes afilados y también deben ser sustituidas si hay signos de daños materiales (signos de desgaste).