La empresa Zunibal y el centro tecnológico AZTI comienzan las pruebas de validación de los nuevos dispositivos concentradores de peces fabricados con un material biobasado y compostable que reduce significativamente la generación de residuos marinos.
Los dispositivos agregadores de peces (FAD, por sus siglas en inglés) son herramientas empleadas por la industria atunera en su labor de pesca, por su capacidad de concentrar el pescado. Estos diseños han ido evolucionando durante estos años con el objetivo de minimizar sus impactos en el medio marino. Sin embargo, persisten desafíos importantes, especialmente en la búsqueda de materiales más sostenibles y en la simplificación de su configuración.
En respuesta a estos desafíos, la compañía vasca de soluciones tecnológicas para el sector pesquero Zunibal ha liderado el diseño de una nueva plataforma flotante industrializable utilizando un material biobasado compostable. La solución se dirige a la flota de atún tropical de cerco con el objetivo de minimizar la generación de residuos marinos y el impacto ambiental en estos ecosistemas.
Esta innovación fue presentada en noviembre a la industria pesquera, reunión durante la cual, Zunibal en colaboración con el centro tecnológico Azti y representantes de las grandes flotas atuneras, iniciaron el proceso de preparación de los ensayos de la plataforma en entornos marinos tropicales.
Durante la preparación de los ensayos y gracias a la estrecha cooperación entre los agentes implicados, se detectó la oportunidad de adaptar la plataforma, originalmente diseñada para funcionar como elemento flotante del FAD, para un uso sumergido, más adecuado para océanos como el Índico.
Para lograr esto, el equipo de Zunibal, en colaboración con Azti, ha construido e incorporado en los ensayos una parrilla sumergida, no enmallante y fabricada con el mismo material biobasado compostable. Este diseño, al igual que su versión flotante, limita el número de elementos necesarios para la construcción de estos dispositivos, facilitando su recogida en caso de pérdida en el mar o varamiento.
“Con estos dos diseños, componentes como las telas y rafias sintéticas u otros de flotación como los flotadores de espuma (bolos) no serán necesarios o se verán reducidos significativamente. Así, a través de materiales que mejoran las características del FAD, conseguimos minimizar su impacto ambiental”, precisa Iker Zudaire, experto en pesca sostenible de Azti.
Dos fases de pruebas
Los dos nuevos prototipos de FAD serán validados en dos fases de pruebas. La primera fase se está llevando a cabo en condiciones tropicales, semicontroladas en las instalaciones del Laboratorio Achotines de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) en Panamá, habiendo comenzado el 1 de marzo y con una duración prevista de 18 meses.
La segunda fase se realizará en condiciones reales, con la colaboración de empresas como Albacora, Nauterra, Pevasa, Echebastar e Inpesca, que iniciarán el despliegue de los FAD durante los meses de mayo, junio y julio, incluyendo 60 plataformas flotantes en el Océano Atlántico y 150 plataformas sumergidas en el Océano Índico.
El principal reto es estudiar la eficacia del nuevo material para la construcción de plataformas del FAD y compararlo con los convencionales para confirmar que no únicamente contribuyen a reducir el impacto medioambiental del sector atunero, sino que también son una herramienta útil para la práctica pesquera.
Este proyecto, con fecha de finalización en 2025, forma parte de la línea de trabajo que Azti y Zunibal desarrollan en colaboración con el sector del cerco atunero tropical europeo y la CIAT para minimizar los posibles impactos negativos de las actividades pesqueras sobre los FAD.
“Es fundamental que la industria y la comunidad científica colaboren para asegurar la sostenibilidad de los recursos marinos, especialmente en la pesca del atún tropical. La adopción de prácticas fundamentadas en investigaciones científicas asegura operaciones óptimas y una gestión eficaz a largo plazo, esencial para preservar tanto el ecosistema como la viabilidad económica del sector”, concluye Álvaro Núñez de Zunibal.