Los nuevos elementos de protección serán completamente reciclables y contendrán hasta un 50% de material reciclado, pudiendo aplicarse posteriormente a otros productos de señalización, motores, pasarelas o piscifactorías.
Las defensas portuarias en las zonas de atraque y amarre de los barcos, que actualmente se fabrican con polietileno de alta densidad 100% virgen, se ven sometidas a constantes agresiones como las de los impactos, los organismos marinos o la radiación UV que son los que provocan su deterioro y hacen necesaria su sustitución.
Para lograr desarrollar protecciones más resistentes y sostenibles medioambientalmente, AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, y el departamento de Microbiología y Ecología de la Universitat de València participan en el proyecto DURPROMAT, liderado por la empresa Durplastics. El proyecto cuenta con financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI). Sus resultados se implementarán a escala industrial y podrían ser aplicables a otros productos del sector marítimo y náutico.
Concretamente, se van a mejorar las propiedades antifouling (antiincrustante) del polietileno de alta densidad mediante la incorporación de aditivos respetuosos con el medio ambiente y que cumplan el reglamento europeo sobre biocidas. Para incrementar la resistencia ultravioleta y la degradación térmica que son las responsables de la pérdida de propiedades, se está trabajando para que el nuevo material no sufra una degradación superior al 30% y también se está trabajando para mejorar la resistencia al impacto en al menos un 20%.
Además, los nuevos materiales desarrollados serán 100% reciclables, por lo que el proyecto está totalmente alineado con el modelo de economía circular, así como con los ODS número 9 Industria, Innovación e Infraestructuras, con el número 12 por un Consumo y Producción Responsables, con el 13 Acción por el Clima y con el 14 que busca la protección de la Vida Submarina.
Los resultados del proyecto se implementarán industrialmente y podrían aplicarse a la fabricación de otros productos en contacto con el medio marino fabricados con materiales plásticos como por ejemplo boyas u otros sistemas de flotación, balizas, motores, infraestructuras, sistemas de ayuda a la navegación, pasarelas o piscifactorías. Pero también podrá sustituir a otros materiales metálicos en la fabricación de productos en contacto con ambientes corrosivos y que pueden generar sustancias contaminantes durante su degradación u oxidación.