Estos residuos, que actualmente se depositan al aire libre sin ninguna aplicación, podrían emplearse como materiales para revestir fachadas o como pavimento para espacios de alto tránsito.
El catedrático de Edafología y Química Agrícola de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Manuel Jordán Vidal participa en una investigación que ha demostrado que los residuos de minas abandonadas se pueden transformar en materiales vitrocerámicos y con un menor coste que los compuestos tradicionales. Este tipo de residuos, que se encuentran en depósitos al aire libre sin ninguna aplicación, podrían emplearse como materiales para revestir fachadas o como pavimento para espacios de alto tránsito, como por ejemplo supermercados. Este nuevo estudio se ha publicado recientemente en la revista científica Material Letters (Elsevier).
El estudio ha sustituido las materias primas tradicionales (caolín y borato de sodio comercial) por un residuo de una arcilla, denominada vermiculita, y de un fosfato (ambliogonita), que permite obtener vidrios transparentes verdes capaces de proporcionar vitrocerámicas con superficie de efecto iridiscente o metálico.
Tanto la arcilla (vermiculita) como el fosfato (ambliogonita) se encuentran en distintas minas abandonadas de España, en depósitos al aire libre y sin ningñun tipo de aplicación. En concreto, hay varios yacimientos de vermiculita en las provincias andaluzas de Huelva, Almería y Málaga. Por ejemplo, en Santa Olalla del Cala, en Huelva, hay un depósito del que se extraía en el pasado este mineral como material de aislamiento. Asimismo, hay depósitos al aire libre de fosfato, como la ambliogonita, en Cáceres (Extremadura), explotado en el pasado como roca ornamental.
En concreto, la investigación demuestra que el vidrio obtenido mezclando vermiculita con ambligonita muestra una mayor tendencia a la cristalización del obtenido al mezclar la vermiculita con las materias primas tradicionales, como el borato de sodio comercial, lo cual supone un gran ahorro de materia prima.