Una nueva combinación de técnicas de monitoreo permitirá no sólo identificar dónde está ocurriendo la contaminación, sino también cualquier bacteria particular presente y –como resultado– la causa de la contaminación.
La contaminación del agua, causada por descargas de aguas residuales, escorrentías agrícolas u otras formas de contaminación, plantea importantes desafíos ambientales y de salud a las vías fluviales. Para abordar esta cuestión, un nuevo proyecto pretende desarrollar una forma rápida de identificar casos de contaminación de los ríos y sus fuentes, lo que también podría allanar el camino para un sistema de alerta temprana que avise a las personas sobre amenazas específicas que podrían plantear estos sistemas acuáticos.
La iniciativa BactiQuick está siendo desarrollada por la empresa británica Molendotech, que desarrolla tecnología de pruebas rápidas de patógenos, y la Universidad de Plymouth, en Reino Unido.
Utilizando el arroyo Bidwell, parte de la cuenca del río Dart en el condado de Devon, como laboratorio natural, el proyecto pretende desarrollar y validar un dispositivo de prueba portátil que pueda ser utilizado por científicos, empresas de agua y el público en general para realizar análisis bacterianos del agua rápidamente in situ. Los resultados también pueden, a su vez, vincularse a otros datos de monitoreo para predecir los niveles de riesgo para los usuarios del río.
Quienes están detrás del proyecto esperan que una nueva combinación de técnicas de monitoreo permita no sólo identificar dónde está ocurriendo la contaminación, sino también cualquier bacteria particular presente y –como resultado– la causa de la contaminación.
«A menudo resulta difícil determinar con precisión cuándo y dónde proviene la contaminación, lo que plantea desafíos a las decisiones de gestión», explica Will Blake, profesor de Ciencias de Cuencas de la Universidad de Plymouth. «Los episodios de contaminación pueden tener efectos secundarios a nivel local y, a menudo, a muchos kilómetros río abajo, y eso es claramente algo que necesita ser abordado con urgencia».
Financiado por la agencia de innovación del Reino Unido, el proyecto adaptará la tecnología Bacterisk de Molendotech, un kit de evaluación de riesgo de bacterias casi en tiempo real que proporciona una evaluación de la calidad del agua en 15 minutos (en lugar de otros métodos que actualmente toman más de 48 horas).
Luego combinará esa tecnología con inteligencia artificial (IA) para desarrollar un sistema de alerta temprana que se beneficie de datos de análisis meteorológicos y de agua, y una aplicación para teléfonos inteligentes que incluya los resultados de las pruebas, datos del GPS e imágenes.
«Con el aumento del uso público de los ríos, existe una creciente demanda de evidencia de que el agua es segura, o no, en un momento dado», afirma el profesor Simon Jackson, fundador y director científico de Molendotech. «Este proyecto proporcionará una forma fácil y rápida de identificar casos de contaminación de los ríos, lo que permitirá a las comunidades convertirse en proveedores de datos y tener una mayor confianza en la calidad del agua de sus arroyos y ríos locales».