El objetivo del acuerdo es buscar una solución técnica que permita obtener un compost de clase A, válido para su uso en agricultura ecológica.
El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), dependiente de la Generalitat de Catalunya, y el Consorcio para la Gestión de los Residuos del Vallès Oriental han firmado un convenio de colaboración que tiene por objetivo mejorar la calidad del compost obtenido en la planta de digestión anaeróbica y de compostaje del consorcio, ubicada en Granollers (Barcelona).
Esta instalación se dedica al tratamiento de la materia orgánica procedente de la recogida selectiva, a partir de la cual se genera biogás y abono orgánico.
Según su composición, el compostaje se clasifica en varias categorías. Actualmente la planta de Granollers genera compost de clase B. El acuerdo firmado establece que las dos entidades trabajarán para encontrar una solución técnica que permita obtener compost de clase A. Este abono orgánico de más calidad es el que se utiliza en agricultura ecológica.
Para lograrlo, el IRTA investigará procesos de biolixiviación con el objetivo de extraer los metales pesados –principalmente cobre, zinc y plomo– de la corriente líquida de la materia orgánica antes de entrar en la planta. Esta parte del proceso se realizará en los laboratorios de Torre Marioman, en Caldes de Montbui (Barcelona)
Si a finales de año los resultados obtenidos son satisfactorios, el compromiso entre las dos partes establece que se continuará trabajando para implementar la solución obtenida a nivel industrial.