La impresión en tejidos tradicional precisa de una gran cantidad de productos químicos que suelen acabar lixiviados en el medio ambiente.
Gracias a progresos revolucionarios en la impresión digital, un consorcio financiado con fondos de la Unión Europea ha logrado generar procesos de impresión de tejidos que tan solo emplean el diez por ciento de las sustancias químicas necesarias en los procesos tradicionales.
El estampado de tejidos podría estar a punto de experimentar una revolución. Durante años, procesos convencionales como el estampado serigráfico rotatorio han precisado de la aplicación de una gran cantidad de productos químicos en los tejidos y del uso de una enorme cantidad de agua y energía. El proceso se basa en mallas distintas para cada color del diseño final y es necesario producir una cantidad suficiente de pasta de impresión para garantizar la calidad de todo el lote. Esta pasta acaba en las mallas y supone un residuo a limpiar con agua que ha de ser posteriormente tratada. En total se calcula que el 90% de las sustancias químicas utilizadas en el estampado no se deposita en los tejidos.
Los métodos de impresión por chorro de tinta no crean esta enorme cantidad de residuos, y los únicos generados son los relacionados con la limpieza de los cabezales. Este método se ha introducido de manera progresiva durante los últimos años en el mercado de procesamiento de tejidos, pero ciertas limitaciones técnicas han frenado su popularización. Por ejemplo, la velocidad máxima de impresión era de cinco metros por minuto de operación discontinua en la mayoría de las impresoras digitales de tejidos, una velocidad muy inferior a la de los procesos de acabado tradicionales, que alcanzan los cuarenta metros por minuto.
TenCate unió sus fuerzas con el proveedor de maquinaria Reggiani Macchine para generar una tecnología de chorro de tinta de alta velocidad que eliminase los obstáculos que se interponen a la popularización de la impresión textil digital (y su acabado). El proyecto DIGIFIN (DIGItal finishing with High Speed Inkjet technology, significantly improving sustainability, flexibility and economic performance of the textile FINishing industry), financiado con arreglo al programa FP7-ICT, concluyó en julio y no solo ha demostrado la fiabilidad técnica e industrial de la tecnología de chorro de tinta y su viabilidad en un entorno comercial, sino que también ofrece una tecnología superior a los procesos tradicionales desde los puntos de vista técnico, económico y medioambiental.
Las nuevas impresoras de estampación para tejidos del proyecto DIGIFIN suponen unos ahorros de energía superiores al 60%, un ahorro de agua superior al 80% y se reducen un 90% los residuos de las tintas de color.
Para más información sobre esta tecnología: folleto informatico de TenCate (en inglés y pdf)