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El proceso por el que han sido condecorados obtenía piezas de plástico para diferentes aplicaciones a partir del triturado de las mascarillas una vez desinfectadas.

Reconocimiento a los autores de un proceso para reciclar mascarillas FFP2

El equipo de investigadores de Itainnova liderado por Cristina Crespo ha recibido la medalla de la Orden al Mérito Civil por su proyecto Wasamask, un método pionero para reciclar mascarillas FFP2 y tratar de reducir la contaminación que se está generando en estos tiempos de pandemia.

La investigación coordinada por el grupo de Diseño y desarrollo de Materiales del Instituto Tecnológico de Aragón, única en España, permite dar una segunda vida a las mascarillas, obteniendo virutas de plástico para poder fabricar después pequeñas piezas de plástico como perchas, macetas, juguetes o incluso piezas de automoción.

Cristina Crespo fue la encargada de recibir de manos del Rey la distinción, en un acto que tuvo lugar en Madrid con motivo del séptimo aniversario de la proclamación de Felipe VI y en unos reconocimientos que este año han estado marcados por la pandemia.

Los resultados de la investigación ahora reconocida se presentaron a principios de este año y tuvieron una gran repercusión. Según explicó entonces Crespo, la dificultad de reciclar las mascarillas consistía en la desinfección y en su composición por más de un tipo de plástico: polipropileno, politileno y polietileneterfatalato.

El proceso Wasamask evita la separación y clasificación con un resultado exitoso. “En Itainnova hemos querido estudiar la opción de obtener una mezcla de materiales reciclados, obtenidos a partir de las mascarillas. Se han usado las mascarillas utilizadas por los trabajadores, se han desinfectado mediante rociado con alcohol y con calor. Posteriormente, y tras la eliminación de las gomas y el metal de ajuste, se ha procedido al triturado conjunto sin separar ninguno de los distintos tipos de plástico. Una vez disponemos del material, en formato tipo escamas, se ha procesado de la misma manera que se procesan otros plásticos, mediante extrusión y posterior inyección en molde. El resultado final han sido unas piezas con geometría definida”, comentó Crespo.

El material obtenido se caracterizó para conocer las propiedades de la mezcla y se comprobó que era comparable al que se pueda obtener con otros plásticos de polipropileno y polietileno.

La Medalla de la Orden al Mérito Civil reconoce así la búsqueda de soluciones a un nuevo desafío planteado por la Covid-19, unido al cambio climático. La crisis sanitaria ha disparado el uso de este tipo de productos, que son altamente contaminantes. Y es que una mascarilla puede tardar hasta 400 años en descomponerse. Actualmente, el 80% de la basura que se encuentra en nuestros mares y océanos es plástico.

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