Este nuevo proceso permitiría recuperar los polímeros derivados del petróleo de los que están hechos los neumáticos, de forma que puedan reutilizarse en la fabricación de otros nuevos.
Un equipo de químicos de la Universidad McMaster (Canadá) ha descubierto una forma innovadora de descomponer y disolver el caucho utilizado en los neumáticos de los automóviles, un proceso que podría dar lugar a nuevos métodos de reciclaje que hasta ahora han demostrado ser caros, difíciles y en gran medida ineficientes.
El método, esbozado en un artículo publicado en la revista Green Chemistry, aborda la enorme carga ambiental que suponen los neumáticos, de los que en 2019 se produjeron en todo el mundo unos 3.000 millones de unidades. Muchos de ellos acabarán en vertederos o instalaciones de almacenamiento masivos, lixiviando en última instancia los contaminantes en el ecosistema.
Los neumáticos son un ejemplo típico de un producto preparado para un solo uso a partir de un recurso no renovable. Aunque algunos se utilizan como combustible en la industria del cemento o se descomponen para utilizarlos como relleno de asfalto, cemento o para hacer césped artificial, no existe un método eficiente para recuperar los polímeros derivados del petróleo de los que están hechos, por lo que no pueden ser fácilmente reutilizados, reutilizados eficazmente o reciclados.
«La química del neumático es muy compleja y no se presta a la degradación por una buena razón – dice Michael Brook, profesor del Departamento de Química y Biología Química de McMaster y autor principal del estudio-. Las propiedades que hacen que los neumáticos sean tan duraderos y estables en la carretera también los hacen excepcionalmente difíciles de romper y reciclar«.
Charles Goodyear desarrolló por primera vez la técnica de vulcanizar neumáticos en 1850 combinando azufre con caucho natural, lo que forma puentes entre los polímeros naturales y transforma la mezcla de fluido a caucho.
En el documento, los investigadores describen un proceso para descomponer eficientemente los aceites poliméricos rompiendo el enlace azufre-azufre. Brook compara la estructura con un trozo de red. «Hemos encontrado una forma de cortar todas las líneas horizontales, de modo que en lugar de tener una red, ahora tienes un gran número de cuerdas, que pueden ser aisladas y reprocesadas mucho más fácilmente», dice.
Aunque prometedor, los investigadores advierten que el nuevo método tiene algunas limitaciones porque aún es caro para las aplicaciones industriales. «Estamos trabajando en ello, pero este es el primer gran paso. Este proceso cierra el círculo del caucho de automoción, permitiendo que los neumáticos viejos se conviertan en productos nuevos», dice Brook.