Gracias a la Guía Plastic Leak Project, las empresas cuentan con un método homogéneo y con base científica para entender, medir y reducir su huella plástica (incluida la de los microplásticos) en toda la cadena de valor.
Se estima que solo el 7% de los casi 8.300 millones de toneladas de plástico virgen producido entre 1950 y 2015 ha sido reciclado, mientras que más de la mitad -aproximadamente 4.900 millones de toneladas métricas- ha terminado en vertederos o en la naturaleza. Se podría decir que esa es la huella plástica de la humanidad en su conjunto. Una huella que todos -personas, instituciones, empresas…- dejamos en mayor o menor medida.
En lo que respecta a las empresas, en los últimos años, a medida que crecía la sensibilización de la sociedad sobre el impacto del plástico en la naturaleza, estas se han ido preocupando por responder a la demanda creciente de inversores, consumidores y gobiernos que exigen una gestión del plástico conforme al modelo de economía circular.
Pero hasta ahora, las empresas carecían de información clara y fiable, y de metodologías que les permitiesen traducir su compromiso en acciones con resultados medibles y tangibles. Como consecuencia, muchos de los esfuerzos realizados no solo no tenían una base científica, sino que, de acuerdo con los expertos en reducción de residuos, no abordaban las principales causas del problema.
Ahora, la consultora de sostenibilidad ambiental Quantis y el centro de ecodiseño EA, junto con otras 35 organizaciones y empresas, han desarrollado la Guía Plastic Leak Project, la primera metodología diseñada para entender, medir y reducir la huella plástica en la cadena de valor de una empresa. La huella plástica se puede definir como la cantidad de plástico y microplástico que, mal gestionado al final de su ciclo de vida, acaba como residuo en la naturaleza. Las medidas recogidas en esta guía permiten a las empresas adoptar estrategias con base científica y acompañarlas de medidas reales para luchar contra esta forma de contaminación.
Tras un año de colaboración entre las compañías participantes y dos proyectos piloto para verificar la metodología, esta guía ya se encuentra disponible para todas las empresas interesadas en medir su huella plástica.
«Plastic Leak Project ha dado un paso decisivo para facilitar un sistema fiable que mida la huella plástica de un producto», afirma Alix Grabowski, responsable de la división de Plásticos y Envases de WWF Estados Unidos, organización que forma parte del proyecto. «Es fundamental que todos los grupos de interés se comprometan a mejorar su recopilación de datos y a ser más transparentes tanto en la cadena de valor de plástico como en la gestión de residuos. Para nosotros, esta guía es un avance fundamental en nuestro ambición de conseguir una Naturaleza sin Plásticos», añade.
Todo el ciclo de vida
Pensada por y para las empresas, la metodología de Plastic Leak Project les proporciona un modelo sólido para calcular la huella plástica de todas sus actividades y operaciones. Gracias a un enfoque de vanguardia, que tiene en cuenta todas las fases del ciclo de vida del plástico, esta metodología identifica dónde se origina la huella y las diferentes vías por las que el plástico puede acabar como residuo en la naturaleza.
Contar con este análisis puede ayudar a directivos, responsables de sostenibilidad, diseño, I+D o marketing en diferentes niveles. Por ejemplo, a desarrollar nuevas estratégicas para el uso de plástico, mejorar el ecodiseño de los productos, identificar y supervisar la innovación en la cadena de valor, y comunicar de forma creíble. Todo ello con un doble objetivo para la empresa: evitar posibles riesgos para el negocio y reforzar su apuesta por la sostenibilidad.
«La contaminación causada por el plástico es una prioridad para las empresas de todos los sectores, y, por eso, vemos cómo asumen compromisos cada vez más valientes. Para convertir estos esfuerzos en resultados necesitan soluciones basadas en datos y esta es precisamente la demanda que viene a cubrir la Guía Plastic Leak Project. Ofrecemos pautas claras y orientadas a localizar, medir y prever la huella plástica tanto en la propia actividad de la empresa como en toda su cadena de suministro». subraya Laura Peano, consultora sénior de Quantis y responsable de Plastic Leak Project.
Alianzas de toda la cadena de valor
En 2019 Quantis y EA lanzaron la iniciativa Plastic Leak Project con el objetivo de proporcionar a las empresas indicadores para desarrollar estrategias efectivas contra la contaminación provocada por el plástico. El proyecto agrupa a todos los agentes implicados en la cadena de valor del plástico, y cuenta con representación de empresas y organismos de diferentes sectores como Adidas, Arla Foods, Braskem, CITEO, Cotton Incorporated, Cyclos, Decathlon, DOW, Eastman, Enel X, European Bioplastics, la Asociación Europea de Fabricantes de Neumático y Caucho, la Organización Internacional de Textiles de Lana, Mars, McDonald’s, PlasticsEurope, RadiciGroup, Sympatex Technologies y The Woolmark Company.
Asimismo, el comité estratégico de Plastic Leak Project está formado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la Iniciativa Ciclo de vida, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible. Además, el proyecto reúne un consejo asesor integrado por expertos del Centro Internacional de Referencia para el Ciclo de Vida de los Productos, Procesos y Servicios (CIRAIG), Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, el MIT, la National Geographic Society y WWF.
Julien Boucher, director del centro de ecodiseño de EA, apunta que «en Plastic Leak Project hemos aplicado los últimos avances científicos para establecer unas pautas consensuadas entre todos los sectores. Esta metodología es la herramienta que necesitan las empresas para mejorar el diseño de sus productos y trazar estrategias útiles contra la contaminación causada por el plástico en toda su cadena de valor».