Cuenta con la planta de reciclaje más grande del planeta, y un alto porcentaje lo dedica a fabricar nuevos envases, la solución más sostenible para este tipo de residuos.
Desde hace tres años, México se ha convertido en el país que más PET recicla en el mundo. De hecho, se estima que su posición está por encima incluso de países más desarrollados de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.
En los últimos cinco años, la industria –principalmente la de refrescos– ha realizado inversiones por 165 millones de dólares para hacer ampliaciones y alcanzar la capacidad actual que tiene el país, consiguiendo que 105.000 toneladas de envases que se vuelven a convertir en contenedores para alimentos.
Esto permitió que tan sólo en este periodo se haya alcanzado el 80% de la capacidad actual instalada de reciclaje del PET botella a botella (grado alimenticio). Este concepto de grado alimenticio o botella a botella se refiere al proceso por el que un envase de PET es recuperado, se somete a altos procesos de higiene, y se se convierte en resina de hojuela o granza para su posterior uso en la fabricación de un nuevo envase para el sector alimentario.
Una muestra del liderazgo de México en materia de reciclaje es la reciente ampliación de Pet Start, que se ha convertido en la planta recicladora de PET más grande del mundo, según la consultoría británica PCI PET Packaging, Resin & Recycling.
Esa ampliación le ha permitido a la compañía doblar su capacidad de procesamiento, pasando de 30.000 a 60.000 toneladas de PET reciclado en un año.
Las cifras de reciclaje podrían ser mayores si hubiera un sistema fiscal que permitiera la autofacturación y con ello regularizar la actividad de mucha gente que se dedica a la recolección informal de botellas.José del Cueto, presidente de ANIPAC
Por su parte Imer (Industria Mexicana de Reciclaje) ha informado que en ocho años de operaciones han logrado elevar su capacidad productiva para alcanzar 24.000 toneladas anuales de PET posconsumo, de las cuales se generan 15.000 toneladas de nuevos envases alimentarios.
Según Jorge Treviño Aguado, director general de Ecoce –entidad que integra a los productores de refrescos del país–, no hay ningún otro país en el mundo que cierre el círculo de consumo, desecho y reutilización, es casi como un sistema de devolución y retorno, que da valor agregado a los procesos del envase.
Treviño detalla que México recupera alrededor de 40% del PET que se utiliza –unas 208.000 toneladas–, de las que el 38% atraviesa por procesos de alto valor agregado para convertirlas en nivel grado alimenticio (principalmente, nuevos envases para bebidas).
No obstante, aunque México es líder en la transformación del PET botella a botella, las cifras podrían ser mayores si hubiera un sistema fiscal que permitiera la autofacturación y con ello regularizar la actividad de mucha gente que se dedica a la recolección informal de botellas, añade José del Cueto, presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico.
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ID
Son datos muy animadores, no hay otro camino que no sea el reciclaje!