Los resultados de la investigación desvelan la presencia de microplásticos en el 80% de los estómagos analizados, siendo el PET el polímero más detectado.
Una investigación reciente coliderada por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) y la Universitat de Barcelona (UB) junto al Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), ha revelado la “preocupante presencia” de microplásticos en los estómagos de los peces espada (Xiphias gladius) del Mediterráneo occidental, confirmando la presencia generalizada de estos contaminantes en especies pelágicas (las que viven en aguas medias o cerca de la superficie). El estudio, publicado recientemente en la revista Marine Pollution Bulletin, resalta la urgente necesidad de reducir la contaminación plástica en el océano para proteger la salud de los ecosistemas marinos y, por ende, la salud humana a través de la cadena alimentaria.
La contaminación marina, y en particular la polución por plásticos, emerge como una gran preocupación para la salud de los ecosistemas marinos a nivel mundial. Datos recientes indican que la producción global de plásticos ha alcanzado niveles altísimos debido a su uso generalizado, bajo coste y durabilidad, llegando a los 6.300 millones de toneladas en los últimos años. En el medio marino, estos plásticos se degradan en partículas más pequeñas conocidas como microplásticos que pueden actuar como vectores de contaminantes químicos y patógenos.
Para la elaboración del estudio publicado ahora, el equipo científico analizó el contenido estomacal de peces espada capturados en el Mediterráneo occidental durante dos periodos distintos (2011-2012 y 2017-2019). Los resultados desvelan la presencia de microplásticos en el 80% de los estómagos, siendo el polietileno tereftalato (PET), que se usa para la elaboración de bolsas, films o botellas, entre otros, el polímero más detectado.
“Este estudio establece una línea base para el monitoreo de la ingestión de microplásticos por parte de los peces espada en el Mediterráneo occidental, una especie que ha presentado recientemente cambios en su dieta, lo que podría traducirse en un futuro en un cambio en la ingesta de microplásticos”, exponen los investigadores Joan Navarro (ICM-CSIC) y Joan Giménez (IEO-CSIC).
Por su parte, el investigador de la UB, Odei Garcia-Garin, de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB, asegura que «los resultados del trabajo son cruciales para el desarrollo de acciones dirigidas a la gestión y conservación del pez espada en el Mediterráneo, y establecen una línea base para el seguimiento de la ingestión de microplásticos por parte del pez espada en el Mediterráneo occidental”.
Hasta ahora, se sabía que los microplásticos estaban presentes en muchos ecosistemas marinos y que podían ser ingeridos por diversas especies marinas. Sin embargo, se tenía muy poca información sobre la presencia de microplásticos en grandes depredadores pelágicos como el pez espada en el Mediterráneo occidental. Dado su comportamiento alimentario generalista y oportunista, estos peces se consideran buenos indicadores de los cambios en el ecosistema del Mediterráneo occidental, y aunque la población mediterránea representa menos del 10% de la global, aquí los niveles de captura son relativamente altos y comparables con los de áreas más grandes como el Atlántico Norte.
De cara a futuras investigaciones el equipo se centrará en la evaluación de los efectos fisiológicos y tóxicos de los microplásticos en los peces espada y otras especies. Asimismo, los investigadores quieren ahondar en la transferencia, a través de la cadena trófica, de los microplásticos y en el desarrollo de estrategias de mitigación para reducir la contaminación plástica, evaluando su eficacia a largo plazo.