La distribución de los microplásticos en la cuenca de los ríos está relacionada sobre todo con la cercanía del lugar a la entrada de aguas residuales o a una ciudad.
Un artículo recientemente publicado en Environmental Pollution por científicos de la Universidad de Saint Louis (SLU), en Estados Unidos, muestra que la proximidad humana es el mejor indicador de los microplásticos que se encuentran en en los ríos.
Un equipo de investigadores, dirigido por el doctor Jason Knouft, profesor de biología, investigador principal del Instituto WATER de la SLU y científico del Centro Nacional de Investigación y Educación de los Grandes Ríos, y la doctora Elizabeth Hasenmueller, profesora asociada de Ciencias de la Tierra y de la Atmósfera y directora asociada del Instituto WATER de la SLU, estudió los niveles de microplásticos en 19 lugares a lo largo del río Meramec, en Misuri, incluidos lugares situados aguas abajo de una importante zona metropolitana, así como zonas rurales menos pobladas.
«Lo que descubrimos fue que los factores humanos nos indicaron básicamente dónde estaban los microplásticos», explica Hasenmueller. «La distribución de los microplásticos en la cuenca no estaba impulsada por el caudal del río o los aportes de sedimentos. En cambio, estaba relacionada sobre todo con la proximidad del lugar a la entrada de aguas residuales o a una ciudad. Ese tipo de cosas fueron los mayores predictores».
Los microplásticos se caracterizan generalmente por ser partículas de plástico de menos de 5 milímetros y pueden encontrarse en entornos marinos, terrestres y de agua dulce. Debido a la durabilidad del plástico y a los peligros potenciales de los microplásticos que se encuentran en los sistemas de agua dulce, Knouft, Hasenmueller y su equipo se propusieron determinar cómo entran los microplásticos en los sistemas de agua dulce y cuál es el mejor indicador para determinar dónde se encontrarán los microplásticos.
Para ello, los investigadores examinaron los sedimentos del río en la cuenca del río Meramec. El equipo también aplicó la modelización hidrológica para estimar la importancia de la descarga del río, la carga de sedimentos, la cobertura del suelo y los lugares de descarga de aguas residuales para determinar cómo afectan estos factores a la distribución de los microplásticos.
A lo largo de su investigación, Knouft y Hasenmueller hicieron varios descubrimientos nuevos, aunque esperados. Los datos mostraron que el mejor indicador para encontrar microplásticos en el río Meramec era la proximidad a los humanos. El plástico es creado y consumido por los humanos; tiene sentido que si un lugar del río está cerca de los humanos, se encuentren microplásticos allí.
A Hasenmueller no le sorprendió que los humanos fueran el mayor factor que contribuyera a encontrar microplásticos en el río Meramec, pero sí le sorprendió la prevalencia de esas micropartículas en toda la cuenca.
«Sabíamos que los microplásticos estarían allí, pero había cantidad de plástico por todas partes», afirma la investigadora. «Pensé que podría haber una mayor influencia de la descarga del arroyo y las cargas de sedimentos en la distribución de lo que vimos, lo que me sorprendió».
Ahora, la atención se centra en qué se puede hacer para evitar que estos microplásticos lleguen a los sistemas de agua dulce. Ya hay pequeñas medidas que los individuos pueden tomar para reducir su consumo de plástico, como asegurarse de que los plásticos vayan a las plantas de reciclaje, pero los investigadores también mirarán hacia adelante para determinar remedios a gran escala para proteger nuestros sistemas de agua dulce.
«Creo que la mayor solución para remediar el problema de los microplásticos es también una de las más difíciles, que es reducir la cantidad de plástico que utilizamos«, dijo Hasenmueller. «Casi todo es plástico; nuestra ropa lleva plástico, los alimentos y el agua se almacenan en plástico, y todas estas cosas diferentes de nuestra vida cotidiana están hechas de plástico. Así que hacer que las grandes empresas reduzcan la cantidad de plástico podría ser impactante porque no hay mucho que podamos hacer como consumidores».