Investigadores británicos han desarrollado una técnica simple y resistente al fraude para evaluar el contenido reciclado de plástico usando una etiqueta fluorescente que permite rastrear su cantidad en productos hechos con varios polímeros y colores.
Después de la reducción y la reutilización, el reciclaje es la última línea de defensa para mantener el plástico fuera de los vertederos o del medio ambiente. Algunos países están presionando económicamente a los fabricantes para que se sumen al programa. Así, el Reino Unido grava los productos de plástico con poco contenido reciclado, y otros países tienen previsto imponer pronto impuestos a los productos sin contenido reciclado.
Los métodos para verificar estas cantidades no siempre son precisos, lo que puede dar lugar a fraudes y a la desconfianza del público. Una solución podría ser etiquetar los polímeros reciclados con una molécula fluorescente, llamada 4,4,-bis(2-benzoxazolil) estilbeno (BBS), y luego rastrear las materias primas de plástico etiquetadas hasta los productos resultantes. La intensidad y el color de la fluorescencia del BBS varían cuando hay diferentes niveles. Además, es barato y está aprobado para aplicaciones en contacto con alimentos.
Por ello, el equipo dirigido por Michael Shaver, del Departamento de Materiales de la Escuela de Ciencias Naturales de la Universidad de Mánchester (Reino Unido), ha querido ver cómo se podía utilizar el BBS para medir el contenido reciclado de los productos plásticos de un solo uso. Los resultados de su trabajo se han publicado en ACS Sustainable Chemistry & Engineering.
Los investigadores mezclaron pequeñas cantidades de BBS en polietileno de alta densidad (HDPE) fundido y luego lo mezclaron con resina de HDPE virgen, simulando materiales con un contenido reciclado de 0 a 100%. A medida que la cantidad de HDPE marcado con BBS aumentaba en las muestras, la intensidad de la fluorescencia cambiaba hacia un tono azul más verde bajo una luz fluorescente. El polímero marcado tenía unas propiedades de fluorescencia únicas, que, según los investigadores, serían difíciles de replicar para alguien con intenciones fraudulentas.
A continuación, el equipo desarrolló una sencilla técnica de análisis de imágenes digitales que convertía la fluorescencia del material en el porcentaje de contenido reciclado. En las pruebas, el método pudo identificar el contenido reciclado en otros polímeros del mundo real, como las botellas de leche recicladas con aditivos, el HDPE coloreado, el polipropileno y el poli(tereftalato de etileno).
Según los investigadores, la estrategia de BBS podría aplicarse a una variedad de productos de plástico de un solo uso sin afectar a su aspecto o calidad.