Así lo aseguró en una reciente entrevista el director general de Sogama, Isidro García, quien explicó el proceso de ampliación del complejo medioambiental de Cerceda y la próxima entrada en operación de la planta de compostaje industrial.
El director general de Sogama, Isidro García Téllez, fue entrevistado recientemente en el programa “Es la mañana Galicia”, pilotado por Ignacio Balboa, para hablar de dos cuestiones de actualidad vinculadas a esta empresa pública. Por un lado, la ampliación del complejo medioambiental de Cerceda (A Coruña) y, por otro, la próxima entrada en operación de la planta de compostaje industrial, construida en el vertedero de residuos no peligrosos de Areosa.
Respecto a la primera cuestión, explicó que, con una inversión de aproximadamente 30 millones de euros, se pondrá en marcha una nueva planta de clasificación para los envases contenidos en la bolsa negra de cara a incrementar la aportación de la entidad al reciclaje. Esta línea de actuación se encuentra, tal y como señaló, en plena sintonía con los objetivos de la Unión Europea para 2035, y que pasan por reciclar el 65% de los residuos, a lo que añadió que “invertir en instalaciones como esta contribuirá a ese reto”.
García Téllez se alinea plenamente con el concepto de economía circular porque, tal y como defendió “los materiales tienen muchas vidas y debemos evitar la extracción de materias primas vírgenes dada la preocupante escasez de las mismas”.
En la nueva planta de clasificación se separarán materiales tales como plásticos, papel-cartón, vidrio y metales, entre otros
La obra de ampliación del epicentro de la infraestructura de Sogama arrancó en octubre de 2017 y, a pesar de las inclemencias meteorológicas del pasado mes de enero, se están cumpliendo los plazos establecidos. Valtalia, empresa gallega afincada en Ourense, fue la adjudicataria de este servicio, que integra la propia obra y la explotación durante un período de 15 años. En este sentido, el Director General defendió la externalización de servicios porque “es una forma de trabajar y porque queremos dar oportunidades a otras empresas”. Eso sí, en este tipo de contratos, se mostró partidario de aunar la construcción con la operación de las instalaciones debido a que ofrece mayores garantías en todos los sentidos y porque, a su juicio, “la gestión debe estar muy vinculada a la inversión para que el servicio sea eficiente y de calidad”.
Detalló que el proceso de ampliación se llevará a cabo en dos fases. La primera, que rematará a finales de este año, contempla la construcción de esta nueva planta de clasificación donde se separarán materiales tales como plásticos, papel/cartón, vidrio y metales, entre otros. La segunda comenzará a continuación, procediendo a la remodelación de la actual planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible. El proceso de ampliación en su máximo expresión estará culminado en 2019.
EL VALOR DE LA MATERIA ORGÁNICA
Respecto a la planta de compostaje industrial, señaló que está pensada para dar cobertura a los municipios limítrofes, que se encuentran en un radio de acción de 45 kilómetros. “La fabricación de compost debe tener lugar cerca de los lugares de producción de la materia orgánica y utilizarlo igualmente en áreas próximas”, abundó.
La planta de compostaje industrial está pensada para dar cobertura a los municipios limítrofes, en un radio de 45 km
Se refirió de nuevo a la normativa europea, que obliga a hacer recogida selectiva de la materia orgánica, para lo cual se implantará un quinto contenedor en las calles. Los entes locales adscritos a esta instalación serán bonificados con una rebaja en el canon a abonar a la compañía porque, adicionalmente, deben asumir los procesos de contenerización, recogida y transporte.
Isidro García mencionó también el tradicional programa de compostaje doméstico que Sogama tiene en vigor desde hace años y a través del cual se pretende promover el reciclaje de la materia orgánica en origen. “Entregamos los compostadores a los ayuntamientos para que, a su vez, se los hagan llegar a los vecinos interesados, previa formación de los mismos”. A día de hoy, 230 entidades se encuentran adheridas a esta iniciativa, entre municipios, centros educativos y colectivos sociales, habiéndose repartido más de 7.000 compostadores.
Asimismo, aludió al programa piloto de vermicompostaje que la entidad ha iniciado recientemente y que cuenta con buenas expectativas. En este caso, son las lombrices de tierra las encargadas del proceso mediante la ingesta de la materia orgánica, que excretan en forma de humus, un fertilizante natural que incluso supera las bondades del compost casero.