El veto a las bolsas de plástico forma parte de una serie de restricciones a los plásticos de un solo uso impulsado por el Gobierno.
El pasado 1 de julio entró en vigor en Nueva Zelanda la prohibición de plásticos considerados «problemáticos», entre ellos, las bolsas de plástico de un solo uso para productos agrícolas, aunque sean reciclable, biodegradables o compostables. Como alternativa, el Gobierno neozelandés propone el uso bolsas de papel o bolsas reutilizables.
La normativa no prohíbe las bolsas de plástico de un solo uso si estas forman parte del embalaje de productos preenvasados.
Las últimas prohibiciones son parte de un proceso de tres fases para eliminar algunos de los plásticos más problemáticos en Nueva Zelanda durante los próximos tres años. Además de las bolsas para frutas y verduras, la prohibición se extiende también a las pajitas de plástico de un solo uso y a las vajillas -incluyendo platos y cubiertos- de plástico de un solo uso.
Además, Las etiquetas de plástico de los productos deberán comenzar la transición para volverse totalmente compostables en el hogar para el año 2025.
El Gobierno define como plásticos de un solo uso aquellos que están diseñados para utilizarse una sola vez o un número limitado de veces antes de desecharse
Cada neozelandés desecha una media de 60 kilogramos de residuos plásticos al año, de los que solo se recicla el 5%. Como resultado, los plásticos están contaminando los océanos y ecosistemas.
Con las últimas prohibiciones, el Gobierno espera que se retiren de la circulación 150 millones de bolsas de plástico cada año. Esto supone 17.000 bolsas cada hora.
La próxima ronda de prohibiciones de productos plásticos de un solo uso será a mediados de 2025, e incluirá la prohibición de todos los envases de alimentos y bebidas de PVC y poliestireno.