El nuevo lema pretende dar visibilidad a la labor de concienciación medioambiental al ciudadano y de correcta utilización del Punto SIGRE que desarrollan los farmacéuticos.
Un nuevo identificador de farmacia colaboradora, creado por SIGRE, recordará al ciudadano que el correcto reciclado de los envases, vacíos o con restos de medicamentos, debe hacerse a través de los Puntos SIGRE ubicados en estos establecimientos sanitarios, para cuidar tanto de su salud como del medio ambiente.
Bajo el lema ‘En esta farmacia, cuidamos de la salud de la naturaleza’, este nuevo identificador dará visibilidad a la importante labor que los farmacéuticos españoles desempeñan en la actualidad, animando y asesorando al ciudadano para promover el correcto reciclaje de los envases de medicamentos a través del Punto SIGRE, contribuyendo así a cerrar adecuadamente el ciclo de vida del medicamento, que se inicia en la industria farmacéutica con la investigación y producción de nuevos medicamentos.
Este nuevo distintivo podrá verse en las casi 22.000 farmacias que en la actualidad disponen de un Punto SIGRE, la práctica totalidad de las existentes en nuestro país, y estará en todas las lenguas cooficiales del estado español.
La colaboración del ciudadano
Según el último sondeo efectuado por SIGRE, el 82% de los farmacéuticos estima que la actitud y grado de colaboración del ciudadano respecto al reciclado de envases, vacíos o con restos de medicamentos, está evolucionando “muy positivamente”, y, 2 de cada 3, animan e informan “frecuentemente” a sus pacientes para utilizar el Punto SIGRE y desprenderse de los restos de medicamentos caducados o que ya no necesiten.
Además, transcurridos 17 años desde la implantación de los primeros Puntos SIGRE, el 98% de los farmacéuticos considera que la farmacia, por razones medioambientales y de salud pública, es el lugar más idóneo para ubicarlos y ofrecer un servicio cómodo, seguro y cercano al ciudadano para desprenderse de este tipo de residuos.
Qué hay que depositar en el Punto SIGRE de la farmacia
- Al acabar un medicamento: El envase vacío (blíster, frasco, tubo, aerosol, etc.) junto con su caja de cartón y prospecto.
- Al finalizar un tratamiento: El envase con el resto de medicación que haya podido sobrar, siempre dentro de su caja.
- Al revisar el botiquín: Los medicamentos caducados, en mal estado de conservación y los que ya no se necesiten.