Tras tres años de desarrollo concluye ahora con éxito el proyecto PLAPACK, cuyo resultado ha sido una nueva generación de plásticos biodegradables de origen natural con los que se han producido desde perchas para ropa hasta menaje y envases para alimentación con propiedades barrera.
Después de tres años de investigaciones, se ha completado con éxito el proyecto PLAPACK, financiado por el CDTI. El resultado ha sido una nueva generación de plásticos de origen natural, compostables y biodegradables, aptos para el contacto con alimentos, de baja migración y alta flexibilidad.
Esta nueva generación de bioplásticos es una modificación del ácido poliláctico (PLA), por lo que presenta un impacto ambiental menor que los materiales empleados actualmente. En su formulación se han empleado aditivos de alta compatibilidad con el polímero y se ha logrado mejorar la procesabilidad en equipos convencionales de extrusión e inyección para alcanzar las propiedades y características requeridas en cada producto.
A partir de este nuevo material se han producido diferentes productos plásticos, desde perchas resistentes a los rayos ultravioletas y de baja migración para no manchar la ropa, hasta envases para el sector alimentario resistentes a los impactos, a las bajas temperaturas así como a aceites, y con propiedades barrera al oxígeno y al vapor de agua. Igualmente, se ha logrado fabricar vasos resistentes a las bajas temperaturas y a bebidas alcohólicas.
Además de todos estos productos, realizados mediante procesos de extrusión e inyección, también es posible la obtención de estructuras multicapa con el nuevo bioplástico para ajustar tanto las propiedades funcionales como factores estéticos, a un coste competitivo.
El consorcio del proyecto ha estado formado por las empresas Plásticos Erum, Condensia Química, Nanobiomatters, Envaplaster, Papel Plast y Criimpla, especializadas en la producción de los productos obtenidos con este nuevo bioplástico. Han contado con el apoyo del Instituto Tecnológico del Plástico, AIMPLAS, y de otros centros de investigación como el departamento de química analítica, nutrición y bromatología de la Universidad de Alicante y el ICTP-CSIC.