El proyecto MOTE ha establecido un esquema de economía circular para valorizar los restos de moqueta y tejidos de revestimientos generados en el proceso productivo de una empresa textil.
La empresa textil Pont Aurell y Armengol y el centro tecnológico Eurecat han puesto en marcha un proyecto destinado a desarrollar nuevos materiales avanzados a partir de residuos de moquetas y de tejidos de revestimientos, un proceso que permitirá valorizar las más de 450 toneladas de residuos que genera la compañía anualmente.
En concreto, el proyecto, denominado MOTE, ha establecido un esquema de economía circular para valorizar los restos de moquetas y tejidos de revestimientos generados en el proceso productivo de la compañía, los cuales se han utilizado como matriz en el desarrollo de materiales compuestos termoplásticos para la fabricación de piezas plásticas.
Para conseguir este objetivo, se han planteado tres etapas, la primera de las cuales ha consistido en un estudio sistemático que ha permitido establecer las principales características físico-químicas de los materiales, así como procedimientos de separación y triturado para obtener fracciones de elevada calidad de los diferentes componentes de las alfombras y tejidos de revestimiento.
La segunda etapa se ha basado en el estudio y la selección de aditivos para preparar materiales compuestos a partir del residuo por extrusión-compounding. En la tercera etapa, se han determinado parámetros reológicos, térmicos y mecánicos de los compounds desarrollados.
“El tratamiento de los restos de moqueta y tejidos de revestimiento a través de vías innovadoras para producir materiales de alto valor añadido, así como la reintroducción de sus componentes en el proceso productivo, se presenta como una oportunidad esencial y de gran relevancia”, apunta Mª Eugenia Rodríguez, directora de la Unidad de Materiales Compuestos de Eurecat.
Los resultados del proyecto, que se inscribe dentro de la convocatoria de subvenciones de la Agencia Catalana de Residuos para el fomento de la economía circular, “ayudan a mejorar la gestión del proceso y a reducir la cantidad de tejidos que deben ser gestionados como residuo creando nuevas vías para su valorización”, añade Rodríguez.
Con el desarrollo de metodologías de valorización y de reciclado de estos residuos textiles, “se evita su incineración, lo que genera un importante beneficio ambiental, además de aportar un beneficio económico a la compañía”, explica Mercè Armengol, responsable de calidad y miembro del consejo de administración de Pont Aurell y Armengol.
Además, “ha permitido obtener el conocimiento suficiente para escalar los resultados del proyecto y obtener productos de alto valor añadido a partir de moquetas y tejidos de revestimiento con la consecuente mejora en el balance económico y ambiental”, recalca Armengol.
La industria textil catalana (textil, calzado y piel) generó en 2017 casi 71.000 toneladas de residuos, representando un 1,9 por ciento del total de residuos industriales. De este sector solo el 50,2% se envía a valorización, y el resto, 35.352,5 toneladas, se destinan al vertedero o a incineración.