La organización ecologista Greenpeace ha esparcido una decena de objetos gigantes de plástico en aguas de Baleares en una acción simbólica para visibilizar el problema de la contaminación en el Mediterráneo.
Activistas han lanzado al agua algunos de los objetos que más se encuentran en las playas mediterráneas como botellas, pajitas o vasos, y han advertido en un comunicado de que los envases de usar y tirar son los residuos que más se abandonan en el medio ambiente y muchos terminan en playas y océanos.
Para dar visibilidad a lo que está pasando bajo las aguas mediterráneas, aunque no se pueda ver, Greenpeace ha colocado diez objetos gigantes simbolizando los residuos más presentes en el mar: dos botellas de 12 metros, dos vasos de seis metros, tapones y pajitas, y ha desplegado una pancarta con el lema “#NoPlastic”.
La responsable de la campaña de Océanos de la entidad, Elvira Jiménez, ha explicado que así buscan “hacer visible lo invisible, que es la contaminación por plásticos que invade el Mediterráneo”.
“Estos objetos que hemos representado se irán rompiendo en trozos más pequeños y casi imperceptibles, aparentemente inofensivos, pero que son aún más peligrosos para el medio marino”, ha declarado desde el buque Rainbow Warrior.
Según datos de la entidad, aproximadamente el 40 % de la demanda de plásticos en Europa y en España se emplea en envases, en su mayoría de un solo uso.
Campaña internacional
Esta acción simbólica se enmarca en la campaña internacional “Menos plástico, más Mediterráneo” que desarrolla Greenpeace y que supondrá la visita el próximo miércoles a Baleares del barco insignia de la organización, el Rainbow Warrior.
El buque, proveniente de Valencia, llegará a Mallorca el miércoles por la tarde y celebrará una jornada de puertas abiertas. Posteriormente recalará en Barcelona antes de poner rumbo a Italia.
El 96 % de las muestras de basura marina en la superficie del Mediterráneo son plásticos.
“Hay que cerrar el grifo del plástico y apostar por su reducción y reutilización. La responsabilidad no es solo de los consumidores sino también de las empresas que fabrican y distribuyen los productos y de las administraciones que legislan”, ha añadido Jiménez.
En estos meses, la Unión Europea está revisando las directivas que conciernen a la gestión de los residuos y los envases, incluyendo los plásticos, dentro de su plan de acción del paquete de Economía Circular.
Greenpeace demanda a los ministros europeos, entre quienes se encuentra la española Isabel García Tejerina, que apoyen medidas que permitan reducir el plástico de un solo uso y que los países europeos puedan legislar libremente sobre los envases que circulan en su mercado nacional.
Se estima que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos cada año.
Con una pieza cada cuatro metros cuadrados, el Mediterráneo tiene una densidad de plásticos comparable a la de las zonas de acumulación, llamadas “sopas de plástico”, del Pacífico. Del 21 % al 54 % de todos los fragmentos de microplásticos en el mundo se encuentran en la cuenca mediterránea.
El 96 % de las muestras de basura marina en la superficie del Mediterráneo son plásticos, que aparecen en toda la columna de agua, hasta profundidades de 3.000 metros.
El 72 % de la basura recogida en las playas españolas del Mediterráneo es plástico.
Más de 1.300 especies, como cetáceos, peces, aves o tiburones, se han visto impactadas por la basura marina. El 92 % de los casos con plásticos. El 97,3 % de la basura ingerida por la tortuga boba en el Mediterráneo es plástico.
Fuente:
Efeverde