Con la puesta en marcha de este proyecto mejorará la gestión y el tratamiento de la fracción orgánica de los residuos municipales.
Las obras de la planta de tratamiento de residuos de El Campello (Alicante) han comenzado con la puesta en marcha de la estructura de la nave del rechazo de balas. El Consorci Mare -que gestiona los residuos de 52 municipios de la provincia- da así el pistoletazo de salida a unas obras que pretenden mejorar los índices de recuperación de los residuos y, además, evitar los malos olores para atender así la principal reivindicación vecinal.
El siguiente paso que ya está en fase inicial es la instalación de la estructura y la cubierta de la nave de afino, así como la adecuación de la nave de recuperación de vidrio que incorporará nueva maquinaria para extraer las pequeñas porciones de vidrio del material bioestabilizado. Los operarios continuarán con la incorporación de la retractiladora y la nueva prensa de las balas de rechazo, de manera que las balas lleguen compactadas al vertedero para evitar malos olores y prolongar su vida útil.
La nave de compostaje se ha preparado ya para instalar la nueva maquinaria, dos reactores que optimizarán el proceso de compostaje utilizando volteadoras automáticas. Es la primera vez que se instala esta tecnología de última generación en una planta de Alicante.
Entre los dos reactores, el Consorci Mare estima tratar un total de 56.000 toneladas de biorresiduos al año. En uno de los reactores se tratarán 25.000 t/año procedente de la fracción orgánica recogida selectivamente (FORS) junto con parte de la fracción vegetal. El otro reactor está previsto que trate un total de 31.000 t/año de fracción orgánica procedente de la bolsa de residuos mezclados (FORM).
Las obras que acaban de empezar suponen una inversión que supera los 20 millones de euros. Con la modernización que se está acometiendo se pretende actuar frente a la emergencia climática con la mejor y más actualizada maquinaria y dar cumplimiento a la Autorización Ambiental Integrada que exige la instalación de un sistema automatizado de volteo para el compostaje de la fracción orgánica de recogida separada (FORS) así como para parte de la fracción orgánica de residuos mezclados.
Con todo ello se aspira a alcanzar los resultados de recuperación y eliminación que exige el actual Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana, así como cumplir con uno de los grandes retos de la normativa actual en materia de residuos: mejorar la gestión y el tratamiento de la fracción orgánica, potenciando la recogida en origen de los biorresiduos.
Para el presidente de la entidad, José Vicente Ferriz, se trata de unas obras “muy necesarias para optimizar el funcionamiento de la planta, cumplir con la normativa que nos marca Europa y la propia Generalitat Valenciana en materia de gestión de residuos; nos va a permitir tratar la materia orgánica adecuadamente y subir de forma exponencial la recuperación de productos”. Ferriz insiste en la necesidad de reducir al máximo la materia que se deposita en el vertedero para, así, disminuir su impacto ambiental.
Ferriz incide además en la necesidad de continuar abogando por la educación ambiental como bandera, ya que “la concienciación y la sensibilización a la ciudadanía en la correcta gestión de su basura resultan tan importantes como indispensables en este nuevo proceso que estamos implementando”. La correcta separación de los residuos en el hogar es básica para que los residuos que llegan a planta puedan clasificarse más y mejor. “Las máquinas ayudan, pero las personas debemos ser conscientes de que si lo hacemos bien en casa, los residuos se convierten en recursos”, concluye.