Un informe del organismo internacional asegura que solo se recicla el 9% de los 353 millones de toneladas de residuos plásticos generados en todo el mundo, y plantea la necesidad de desarrollar medidas para reducir la producción de plásticos y mejorar la gestión de sus residuos.
El mundo produce más del doble de residuos plásticos que hace solo dos décadas. De los 156 millones de toneladas que se generaban en el año 2000, hemos pasado a 353 millones de toneladas en 2019, y la mayor parte de ellos acaba en vertederos (49%), incinerados (19%) o en el medio ambiente (22%), mientras que solo el 9% se recicla con éxito, según refleja un nuevo informe de la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En vísperas de las conversaciones de la ONU sobre la acción internacional para reducir los residuos de plástico, el informe ‘Global Plastic Outlook’ muestra que, mientras el aumento de la población y de los ingresos impulsa un incremento incesante de la cantidad de plástico que se utiliza y se desecha, las políticas para frenar su fuga al medio ambiente se quedan cortas.
Según el informe, casi la mitad de los residuos de plástico se generan en los países de la OCDE. Los residuos de plástico generados anualmente por persona varían desde los 221 kg en Estados Unidos y 114 kg en los países europeos de la OCDE, hasta los 69 kg, de media, en Japón y Corea.
La mayor parte de la contaminación por plásticos procede de la recogida y eliminación inadecuadas de los residuos de mayor tamaño, conocidos como macroplásticos, pero también son motivo de grave preocupación las fugas de microplásticos (polímeros sintéticos de menos de 5 mm de diámetro) procedentes de elementos como los gránulos de plástico industriales, los tejidos sintéticos o el desgaste de los neumáticos.
Los países de la OCDE son responsables del 14% de las fugas totales de plástico. Dentro de este porcentaje, los países de la OCDE representan el 11% de las fugas de macroplásticos y el 35% de las de microplásticos. El informe señala que la cooperación internacional para reducir la contaminación por plásticos debería incluir el apoyo a los países de menores ingresos para que desarrollen una mejor infraestructura de gestión de residuos y reduzcan sus fugas de plásticos.
El informe concluye que la crisis de COVID-19 provocó un descenso del 2,2% en el uso de plásticos en 2020, al ralentizarse la actividad económica, pero el aumento de de los envases de comida para llevar y de los equipos médicos de plástico, como las mascarillas, ha impulsado el aumento de la basura. Al reanudarse la actividad económica en 2021, el consumo de plásticos también ha repuntado.
Medidas fiscales, sistemas de depósito y responsabilidad del productor
La reducción de la contaminación por plásticos requerirá la adopción de medidas, y la cooperación internacional, para reducir la producción de plásticos, entre otras cosas mediante la innovación, un mejor diseño de los productos y el desarrollo de alternativas respetuosas con el medio ambiente, así como esfuerzos para mejorar la gestión de los residuos y aumentar el reciclaje.
En más de 120 países existen prohibiciones e impuestos sobre los plásticos de un solo uso, pero no son suficientes para reducir la contaminación general. La mayoría de las normativas se limitan a artículos como las bolsas de plástico, que representan una parte mínima de los residuos plásticos, y son más eficaces para reducir la basura que para frenar el consumo de plásticos.
Los impuestos sobre el vertido y la incineración que incentivan el reciclaje sólo existen en una minoría de países. El informe reclama un mayor uso de instrumentos como los sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor para los envases y los bienes duraderos, los impuestos sobre los vertederos, los sistemas de depósito y devolución y los sistemas de pago por generación.
La mayoría de los plásticos que se utilizan hoy en día son plásticos vírgenes -o primarios-, fabricados a partir de petróleo o gas. La producción mundial de plásticos reciclados -o secundarios- se ha cuadruplicado con creces, pasando de 6,8 millones de toneladas (Mt) en el año 2000 a 29,1 Mt en 2019, pero esto sigue siendo solo el 6% de la producción total de plásticos. EL informe considera que es necesario hacer más para crear un mercado independiente y que funcione bien para los plásticos reciclados, que todavía se consideran sustitutos del plástico virgen. El establecimiento de objetivos de contenido reciclado y la inversión en tecnologías de reciclaje mejoradas podrían contribuir a que los mercados secundarios fueran más competitivos y rentables.