La gestión del aceite doméstico usado, la distancia a los contenedores o la recogida de materia orgánica son asignaturas pendientes en la gestión de residuos de muchos municipios españoles, según una encuesta de la OCU, en la que también suspenden grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla.
Los vecinos de Oviedo, Vigo, Bilbao, Getxo, Pamplona y Albacete son los más satisfechos con la gestión municipal de sus residuos urbanos, según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a 6.863 residentes de 69 ciudades españolas. En general, la satisfacción ha mejorado ligeramente en la mayoría de las urbes respecto a la misma encuesta realizada en 2019, pero los resultados siguen siendo mediocres en tres de cada cinco ciudades. Es más, algunas de ellas reciben un claro suspenso de sus vecinos, como es el caso de Las Palmas de Gran Canaria, Palma, Sevilla, Jerez, Alicante, San Sebastián de los Reyes y Leganés.
La encuesta recoge la satisfacción de los vecinos con la información recibida por sus ayuntamientos, así como con la gestión de la basura diaria y de la recogida de envases ligeros, papel y cartón, vidrio, residuos orgánicos (allí donde la hay) y aceites vegetales.
Las peores valoraciones se concentran en la gestión del aceite doméstico, especialmente en Palma, Sevilla, Cartagena, Córdoba, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria; de hecho, muchos de los vecinos de esta última localidad ni siquiera sabían que hubiera puntos de recogida en su ciudad. Y es que la información deficiente es otra constante en muchos ayuntamientos, no solo en Las Palmas. También es muy preocupante en Santa Cruz de Tenerife, Cuenca, Jerez y Leganés.
Aunque si hay un concepto que lastra las valoraciones es la distancia al contenedor de envases, de papel o de vidrio: en la mitad de las ciudades se encuentra, de media, a más de un minuto de paseo desde el portal. En Toledo, por ejemplo, hay que andar cerca de dos minutos para deshacerse de la mayoría de los desperdicios; el mismo tiempo que se necesita en San Sebastián de los Reyes para arrojar el papel y el vidrio o en Cádiz para los envases.
Es cierto que la geografía y características de la ciudad es un factor que condiciona la recogida de residuos urbanos, como cuando hay un casco antiguo con estrechos callejones que la dificultan. Y que hay vecinos más implicados y concienciados que otros. Pero también hay sistemas especialmente exitosos, como el de Oviedo, donde los contenedores se acercan durante un determinado horario de rotación a las puertas de las viviendas para su recogida.
En cualquier caso, OCU denuncia que la recogida separada de basura orgánica es otra asignatura pendiente. Porque, siendo obligatoria en poblaciones de más de 5.000 habitantes desde junio del año pasado según la Ley de Residuos, sigue sin implementarse en una de cada tres ciudades seleccionadas, como es el caso de Las Palmas, Jerez o San Sebastián de los Reyes.
OCU aboga por un nuevo modelo que valore la cercanía de los contenedores y la recogida conjunta de todos los plásticos, sean o no envases (como un juguete, por ejemplo), de modo que se facilite la organización de los residuos en el hogar.
Del mismo modo, considera necesario evolucionar hacia un modelo que incentive la reutilización de envases y la economía circular, como el sistema de reembolso por la devolución de latas y botellas de plástico, ya implantado en muchos países europeos.