Un equipo de investigadores del Grupo de Ingeniería Química y Ambiental de la URJC ha realizado un estudio en el que proponen un tratamiento de oxidación tipo Fenton para la gestión de fangos de refinería y valorizar cada una de sus fases.
Hoy en día, la industria del refino del petróleo genera residuos que requieren de una gestión adecuada. Entre ellos, los fangos, que se caracterizan por su significativa proporción de aceites y sólidos junto con una fase acuosa contaminada. Estos fangos se producen en los fondos de los tanques de petróleo crudo, en emulsiones de aceite residual, en los separadores de agua/petróleo (API) y en las plantas de tratamiento de aguas residuales de las propias refinerías.
Una inadecuada gestión de estos fangos puede conllevar graves riesgos ambientales y los sistemas actuales de gestión no contemplan en ningún caso su valorización como vía principal. Por ello, es de vital relevancia el desarrollo de tecnologías que permitan tratar y valorizar adecuadamente estos residuos en un marco de economía circular y de sostenibilidad.
El objetivo del trabajo desarrollado por el equipo científico de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha sido la oxidación del fango para transformar contaminantes de elevada toxicidad en productos más biodegradables y desestabilizar la emulsión de aceite/agua/sólidos, mejorando así la separación entre las diferentes fases iniciales.
Los resultados obtenidos, publicados en la revista científica Journal of Environmental Management, demuestran la viabilidad de este proceso, denominado oxidación Fenton, para el tratamiento de fangos de refinería, brindando así una opción alternativa para una gestión sostenible de este residuo peligroso.
“En este trabajo hemos estudiado el efecto de la temperatura y la carga de peróxido de hidrógeno, siendo la concentración de peróxido el parámetro más crítico”, apunta Isabel Pariente, investigadora del grupo GIQA. “Los ensayos de respirometría de la fase acuosa han demostrado que esta fase puede tratarse posteriormente en una depuradora convencional”, añade.
Se ha observado también cómo la apariencia física del fango cambió antes y después del tratamiento (como se observa en la imagen). Al principio, la muestra del fango tenía un aspecto negro y viscoso, similar al crudo de petróleo, y después del tratamiento de oxidación Fenton en las condiciones óptimas obtenidas en este estudio, las tres fases del fango (aceite/agua/sólidos) se separaron perfectamente.
“Los radicales hidroxilo generados en las reacciones de oxidación Fenton inducen la descomposición del fango desestabilizando la emulsión”, explica Isabel Pariente, quien destaca que, “después del tratamiento, se podría aplicar un proceso de sedimentación convencional y evitar el elevado coste asociado a la centrifugación utilizada actualmente en refinería”.