Un análisis del Green Deal cuestiona el paquete de medidas impulsado por la Comisión Europea para la descarbonización de la UE y asegura que generará más emisiones en terceros países de las que ahorrará. Sus autores abogan por medidas más eficaces como una dieta más basada en vegetales y una reducción generalizada del consumo.

El Pacto Verde Europeo podría generar más emisiones de las que ahorrará
El Pacto Verde exporta emisiones a los países que producen nuestros alimentos, según los autores del análisis

La Unión Europea pretende ser neutra en emisiones de carbono para 2050 como parte del Pacto Verde (Green Deal) que se acordó hace cuatro años. Sin embargo, un análisis de los documentos políticos que describen las medidas prácticas de dicho pacto muestra que reducirá las emisiones de carbono en Europa, pero también aumentará las generadas fuera de la UE. Este aumento sería además más del doble de la cantidad de emisiones de carbono ahorradas por el Green Deal. Este análisis ha sido publicado en Nature Sustainability por un equipo internacional de científicos dirigido por Klaus Hubacek, catedrático de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad de Groningen (Países Bajos).

El Pacto Verde europeo es un conjunto de políticas destinadas a descarbonizar totalmente Europa para 2050, pero también incluye medidas para la producción de energía limpia y la restauración ecológica. Hubacek y sus colegas de Estados Unidos y China llevaron a cabo análisis completos de la cadena de suministro de los documentos políticos subyacentes al Green Deal. Su conclusión es que, en su forma actual, provocará un aumento de las emisiones en países de fuera de la UE del 244,8% en comparación con su objetivo de reducción de carbono en el sector de las tierras, el cambio de uso del suelo y la silvicultura dentro de las fronteras de la UE.

Escépticos

Un ejemplo es la medida para aumentar la biodiversidad en Europa plantando tres mil millones de árboles. «Sin embargo, los árboles requieren mucha tierra que no puede utilizarse para producir alimentos. Eso significa que hay que producir alimentos en otra parte, y para ello hay que convertir la tierra en tierras de cultivo. Esto aumenta la emisión de dióxido de carbono y reduce la biodiversidad», afirma Hubacek. De este modo, la UE reduciría las emisiones de carbono dentro de sus fronteras, pero las «exportaría» a los países que producirían nuestros alimentos, por ejemplo África o Sudamérica.

Por supuesto, el Pacto Verde contiene un párrafo que prohíbe la importación de productos (como carne o piensos) para los que se conviertan bosques en tierras de cultivo. Pero Hubacek se muestra escéptico: «Nada impide a estos otros países cultivar productos para Europa en las tierras agrícolas existentes y talar bosques para producir para el mercado local. Simplemente, hay demasiadas incertidumbres en este tipo de normativas». El Pacto Verde también aboga por un aumento de la agricultura ecológica, pero esto requiere más tierras de cultivo en Europa. Según Hubacek, «de nuevo, hay muy poca información disponible sobre el impacto en el uso de la tierra».

Nada es gratis

Sin embargo, los científicos no se limitaron a revelar las repercusiones negativas del Pacto Verde en el resto del mundo. También analizaron diferentes escenarios para ver si se podían mejorar las reducciones globales de carbono. Según Hubacek, «adoptando una “dieta de salud planetaria” más basada en las plantas, es posible ahorrar una enorme cantidad de emisiones de carbono».

Otra medida es eliminar progresivamente los biocombustibles de origen alimentario en la UE, lo que reduciría la cantidad de tierras de cultivo necesarias y, por tanto, ahorraría emisiones de carbono y evitaría la pérdida de biodiversidad. Además, la UE podría ayudar a las regiones en desarrollo a aumentar su eficiencia agrícola, lo que también reduciría el uso de la tierra.

Aunque el artículo de Nature Sustainability muestra que el Pacto Verde Europeo en su forma actual podría suponer una pérdida neta para el medio ambiente mundial, los científicos concluyen que puede remediarse. «Adoptando la dieta de salud planetaria, que es relativamente sencilla», afirma Hubacek.

Sin embargo, hay algo más que debe cambiar, subraya: «El programa está impulsado por el tecnooptimismo, pero nuestro análisis subraya que nada es gratis. Dudo mucho que el «crecimiento verde» sea posible, ya que todo lo que se produce requiere una aportación de recursos. Así que tenemos que consumir menos».

Hay un fuerte sentimiento de urgencia ahora que el calentamiento global parece que va a superar los 1,5 grados del Acuerdo de París de 1995, y también se están sobrepasando muchos otros límites planetarios. «Es hora de aplicar medidas que funcionen», concluye Hubacek.

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *