Cada año los europeos generamos más de 2.000 millones de toneladas de residuos, que no solo causan problemas medioambientales, sino que también suponen una importante pérdida económica. La prevención está en el centro de las políticas de la UE sobre residuos y los Estados miembros tienen la obligación legal de adoptar e implementar programas de prevención de residuos. Un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) repasa los programas nacionales y regionales de prevención de residuos.
Pese a que el volumen total de residuos generados en Europa descendió entre 2004 y 2012 más de un 1% en términos absolutos y más de un 3% por persona, aún se produjeron 2.500 millones de toneladas de desechos –cerca de cinco toneladas por persona– en la UE en 2012. Reducir esta cantidad de residuos puede acarrear importantes beneficios medioambientales, económicos y sociales, reduciendo la contaminación de aguas y suelos, la emisión de gases de efecto invernadero y la pérdida de materiales valiosos.
El principio sobre el que giran las políticas europeas y nacionales en esta materia es la “jerarquía de residuos”. La prevención de residuos es la mayor prioridad en esta jerarquía, seguida de la preparación para la reutilización, el reciclaje, otras formas de valorización (incluida la energética) y el vertido, siendo esta última la opción menos deseable. Con este fin, la Directiva Marco de Residuos de la UE recoge la obligación de los Estados miembros de adoptar programas de prevención de residuos para finales de 2013. AEMA revisa anualmente el progreso y la situación de dichos programas. El 7º Programa de Acción Medioambiental también hace un llamamiento para reducir la generación de residuos en términos absolutos y por persona.
El informe de AEMA “Prevención de residuos en Europa – Situación en 2014” es el segundo en esta serie de revisiones anuales de los programas de prevención en Europa. El proceso de revisión cubre 36 programas en los 28 Estados miembros de la UE, Islandia, Liechtenstein y Noruega. El informe muestra que los programas de prevención de residuos son muy variados en sus detalles, amplitud, objetivos, horizontes temporales, indicadores, sistemas de monitorización, medidas e instrumentos legales. El informe también incluye ejemplos de buenas prácticas de cada país y región.
Principales resultados
Los programas cubren un amplio rango de sectores y tipos de residuos. Todos ellos abarcan los hogares, y casi todos también los servicios públicos, mientras que solo unos pocos programas incluyen la agricultura y la minería. La mayoría incluyen residuos orgánicos y restos de comida, residuos municipales, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), residuos de envases y embalajes y residuos peligrosos.
Gran parte de los programas mencionan el objetivo de romper la relación entre crecimiento económico y generación de residuos
Gran parte de los programas mencionan el objetivo general de romper la relación entre crecimiento económico y el impacto ambiental asociado a la generación de residuos. Igualmente, casi todos hablan de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y los materiales, desacoplar el uso de recursos del crecimiento económico o prevenir el uso de materias primas. La reducción de sustancias peligrosas está incluida también en más de la mitad de los programas.
Por otro lado, muchos de los planes analizados incluyen objetivos cuantitativos, que van desde la generación total de residuos a objetivos más específicos para sectores particulares o tipos de residuos. La mayoría además especifica indicadores para hacer un seguimiento de dichos objetivos y, en última instancia, de la efectividad de las políticas de prevención de residuos. No obstante, solo diez programas incluyen sistemas de monitorización específicos. En algunos casos, la monitorización se recoge en otros documentos.
El análisis de los programas destaca un amplio rango de medidas planificadas: el 39% se centra en las fases de diseño, producción y distribución; el 40% están relacionadas con las etapas de uso y consumo, y un 21% ponen el foco en las condiciones generales de generación de los residuos.
Respecto a los instrumentos incluidos en los programas, el 63% incluyen acciones de información y sensibilización; los instrumentos económicos y regulatorios se contemplan en el 16% y el 14% de los programas, respectivamente, y un 7% apuesta por acuerdos voluntarios.
De todas formas, AEMA recuerda que la efectividad de los programas de prevención de residuos no puede ser evaluada todavía. Futuras revisiones de dichos planes incluirán información sobre la implementación y también intentarán vincular la actual generación con motores socioeconómicos clave, objetivos de prevención de residuos y las metas logradas. Esas futuras revisiones deberían enfocarse también en áreas específicas, aportando análisis más detallados de tipos de residuos seleccionados.
Con el objetivo de consolidar el marco general de la política de residuos y las políticas de eficiencia de recursos, la Comisión Europea adoptó el pasado 2 de diciembre el nuevo Paquete de Economía Circular. Esta propuesta incluye una sere de medidas sobre diseño, producción y consumo que se espera que contribuyan a la prevención de residuos. Además, recoge obligaciones específicas para los Estados miembros dirigidas a reducir el desperdicio de alimentos e introducir la monitorización de los programas de prevención de residuos.