
En una colaboración pionera, la empresa sueca Vattenfall, junto a las noruegas Gjenkraft y EVI, está utilizando palas de aerogeneradores desechadas para fabricar esquís de alto rendimiento, un proyecto que muestra el potencial de los principios de la economía circular y ofrece una nueva inspiración para aumentar la sostenibilidad en la industria del deporte.
A medida que la primera generación de turbinas eólicas llega al final de su vida útil, miles de ellas serán desmanteladas o sustituidas en los próximos años en todo el mundo. Aunque grandes elementos de estas turbinas pueden reciclarse, las palas presentan un reto importante debido a su construcción con materiales compuestos, que dificulta su separación. Sin embargo, la empresa de energías renovables Vattenfall quiere reciclar el 100% de las palas de sus aerogeneradores para 2030. Así, la compañía ya ha iniciado varios proyectos destinados a descubrir soluciones escalables, y uno de ellos pasa por la conversión de estos materiales en esquís.
«Al pasar de una economía lineal de tomar-usar-desechar a una economía circular, podemos cerrar el círculo y volver a utilizar los materiales mediante el reciclaje», explica Gustav Frid, especialista en medio ambiente y sostenibilidad de Vattenfall. «Este proyecto ilustra perfectamente cómo la tecnología ofrece una alternativa sostenible a los materiales tradicionales de fabricación de esquís. Esperamos que inspire a otros y fomente nuevas ideas para acelerar la circularidad».
En 2021, Vattenfall dio un paso importante para abordar este reto al asociarse con la empresa noruega Gjenkraft, especializada en la extracción de materiales valiosos, como fibra de vidrio y fibra de carbono, de palas de aerogeneradores fuera de uso. Estos materiales pueden reutilizarse en diversas industrias, reduciendo los residuos y conservando los recursos naturales. Las palas del parque eólico holandés Irene Vorrink fueron enviadas a Noruega para su procesamiento.
Marcin Rusin, cofundador de Gjenkraft, comenta que «nuestro objetivo siempre ha sido demostrar que este problema puede resolverse. Ya disponíamos de la tecnología para recuperar valiosas materias primas de los residuos de composites, el siguiente paso era encontrar un producto de gama alta que atrajera al público. Como empresa noruega con miembros del equipo a los que les entusiasma el esquí, decidir fabricar esquís era algo natural. Estamos muy contentos de ver cómo este concepto se hace realidad».
Presentes en la Copa del Mundo de eslalon femenino
Vattenfall se unió a la colaboración entre Gjenkraft y la empresa noruega de esquí EVI, conocida por su innovador uso de materiales reciclados en la producción de esquís. EVI tiene un historial probado de transformación de esquís rotos y desgastados en pares nuevos e incorporó fibras de carbono de las cuchillas de Vattenfall retiradas del servicio para reforzar sus esquís, mejorando su durabilidad y rendimiento.
Endre Hals, fundador de EVI skis afirma que «somos humildemente conscientes de que un pequeño productor de esquís como EVI nunca podrá tener un gran impacto en el uso de este tipo de residuos industriales. Por eso, estamos muy contentos de que Gjenkraft y Vattenfall quieran contar con nosotros para hacer realidad esta asombrosa visión del futuro del desarrollo de productos».
Vattenfall ha hecho un pedido de 15 pares de esquís a EVI, incluidos esquís alpinos, esquís carving y un par de esquís de competición. Estos esquís de alta calidad, reforzados con carbono extraído de palas de turbina eólica desechadas, permitirán a esquiadores de todos los niveles experimentar el potencial de la fabricación sostenible. Los visitantes de la Copa del Mundo de eslalon femenino, que se celebrará los días 8 y 9 de marzo en Åre (Suecia), están invitados a probar los esquís. Junto a la pista, Vattenfall instalará una pista de pruebas para los esquiadores interesados.
Esta no se trata de la primara iniciativa de Vattenfall para dar una nueva vida a los molinos eólicos. Para promover la concienciación sobre la circularidad e inspirar la innovación, la compañía convirtió el año pasado una góndola de un aerogenerador fuera de uso en una minicasa ligera e impermeable, como se aprecia en la siguiente foto. El proyecto es un ejemplo de cómo se pueden reutilizar los componentes de la turbina eólica, reduciendo la necesidad de procesos de reciclaje que consumen mucha energía.