El Ayuntamiento retirará de las calles los actuales contenedores para aceite de cocina e instalará nuevos depósitos en espacios cerrados con el objetivo de mejorar la calidad del residuo recuperado y evitar molestias a vecinos y usuarios.
Esta semana la empresa municipal EMAYA ha empezado a retirar los 104 contenedores de aceite de cocina usado existentes en diferentes calles de la ciudad de Palma para implantar un nuevo sistema de recogida de este residuo. Así, se instalará un nuevo tipo de contenedores en espacios cerrados de mercados, casales de barrio, polideportivos y otros edificios municipales. En estos nuevos contenedores, el aceite se tendrá que depositar en botellas de plástico reutilizadas (de agua, refrescos…).
Las causas del cambio de sistema y de la retirada de los actuales contenedores son varias. Por un lado, con los contenedores actuales, el aceite vegetal se mezcla con agua de lluvia, aceite mineral y otras sustancias, incluso restos sólidos, lo que provoca que quede inutilizado para su reciclaje posterior. Además, el hecho de tener que volcar en su interior el aceite provocaba problemas de suciedad y no resulta cómodo para los ciudadanos, generándose además problemas de malos olores. Por último, el Ayuntamiento de Palma asegura que la empresa responsable no limpiaba los contenedores.
Con el nuevo sistema de recogida se evitarán este tipo de problemas porque, por un lado, los nuevos contenedores estarán ubicados en lugares cerrados, donde hay personal y, por lo tanto, vigilancia. Así mismo, el depósito es más cómodo porque se hace en botellas reutilizadas, sin problemas de suciedad ni de olores. De esta forma, además de ser más práctico y más limpio, se garantiza la calidad del aceite recogido para su reciclaje.
La gestión de este servicio se ha adjudicado por 37.000 euros un coste que incluye la retirada de los contenedores viejos y la gestión de su contenido, la instalación de los nuevos puntos de recogida, la limpieza de los contenedores y la retirada periódica en la periodicidad establecida del aceite depositado a lo largo de 2017. La empresa adjudicataria destinará el aceite recogido a la producción de biodiésel.
De esta forma, además de aprovechar un producto y evitar que quede como residuo, si los ciudadanos colaboran se evita también los importantes problemas de contaminación que genera el aceite si se echa por el fregadero o el w.c. y se mezcla con las aguas residuales, puesto que dificulta la depuración y obstruye las cañerías. Cada litro de aceite de cocina tirado por el fregadero puede contaminar 1.000 litros de agua.
Embudos para facilitar el reciclaje
Los contenedores antiguos se empezaron a retirar ayer en el Mercado de Levante, en presencia de Neus Truyol, presidenta de EMAYA, y se eliminarán todos a lo largo de las próximas tres semanas. Igualmente se ha dejado instalado el primero de los nuevos contenedores en el interior del mercado. El resto se repartirán en tres días, quedando ya esta semana al servicio de los ciudadanos.
EMAYA ha iniciado una campaña divulgativa sobre este nuevo servicio, para informar de los puntos de recogida, del mecanismo de recogida y para pedir la colaboración ciudadana para que no se tire el aceite de cocina usado por las cañerías. Paralelamente, se repartirán 800 embudos para facilitar que los usuarios depositen el aceite en botellas.
Lo unico que no explicáis que el precio del aceite vegetal usado asciende a 680 euros la tonelada jaaaaa.